…sostiene irónica y ambiguamente el que fuera pistolero etarra Arnaldo Otegi (reconvertido en “hombre de paz” precisamente por la gracia del PSOE y sus Rubalcabas y Eguigurenes) acerca de la detención de José Antonio Urrutikoetxea, alias “Josu Ternera”, negociador con los socialistas en los primeros años del proceso “de paz” y blanqueamiento de crímenes que le brindó Zapatero a la ETA.
Lo cierto es que del PSOE siempre se puede esperar el yerro, la mentira o la traición, sobre todo se lo puede esperar una ETA que se ha pasado en componendas con el PSOE de González, Zapatero y Rubalcaba cuatro décadas largas de democracia, correspondiendo a los “gorrinos” con asesinato, mentira y traición, cuando no eran ellos los asesinados por los GAL entre diálogos y negociaciones.
Por eso se interroga Otegi sobre el arresto de “Josu Ternera”, ofreciendo la respuesta en su pregunta: “¿Por qué ahora? ¿Por qué en este contexto electoral?”; algo por lo que ya no cabe inquirir a Rubalcaba, sino a Iván Redondo, su sucesor en las calderas y fogones del PSOE. Pero Otegi omite preguntar por lo obvio: ¿por qué no antes, si estaba localizado hace más de una década?
Y eso que también sabe la respuesta, claro; como cuando al ser detenido el propio Otegi preguntó a los agentes si el fiscal general del Estado, por entonces Cándido Conde-Pumpido, estaba al tanto de la operación. “O bombas o votos”, era la doctrina de la hora de Rubalcaba, ministro del Interior; pero Urrutikoetxea gozó siempre de protección gubernamental, tanto con el PSOE como con el PP.
Como el propio Otegi, que se libró en el juicio por la reconstitución política de ETA (“caso Bateragune”) de una condena bastante superior y su inhabilitación de por vida gracias al típico apaño judicial de la Audiencia Nacional que decidió que no formaba parte de la dirección etarra. En vez de ello, Otegi aprovechó los años de cárcel para salir rediseñado como “el Nelson Mandela vasco”.
Ahora declara Eguiguren que “Josu Ternera” es el “héroe de la retirada” por parte etarra, cuando recientemente era excarcelado el considerado “último jefe de ETA”, David Pla, presentado por ello por medios afines y no tanto como “responsable de la decisión de desarme” de la organización criminal. A falta de héroes de verdad, el PSOE y asociados los encuentran en ETA a pares.
ETA NO SE SIENTE DERROTADA
Y, ¿qué piensa a todo esto Pla de eso que se dice tanto de “la derrota de ETA”? Este 2 de mayo, apenas pasadas las elecciones generales del 28-A, el terrorista era entrevistado por el diario proetarra Gara y se le preguntó acerca del “discurso de la derrota de ETA”, siendo esta su clara respuesta (aunque la exprese en la forma tortuosa que acostumbran estos ideólogos de zulo):
“ETA ha sido durante muchos años una referencia clave y quienes hablan en esos términos quieren establecer, de un modo u otro, que la lucha de este pueblo desaparece con ETA. Esa no es la visión de quienes hemos sido miembros de esa organización, y esa idea tampoco está en el ánimo de la izquierda abertzale. El cambio de estrategia que emprendió hace una década la izquierda independentista no obedeció a la voluntad de acabar con una lucha sino de seguir adelante con nuevos medios, pero sobre todo con más fuerza, para dar un nuevo brío al proceso de liberación nacional y social de Euskal Herria.
Ese es el esquema mental, aunque no esté de más recordar lo evidente: que el proyecto de España es un proyecto que cuenta cada vez con menos prestigio y apoyo en Euskal Herria, hasta el punto de que hemos visto cambios que hasta hace poco eran impensables, como ha ocurrido en Nafarroa. En definitiva, creo que hay que huir de simplificaciones y tomar la debida perspectiva, porque hay un proceso que está en marcha y sigue abierto, y los independentistas vascos vamos a seguir jugando con absoluta ambición. Y en todos los campos, también en las urnas.”
O sea, el proyecto totalitario de siempre: “Bietan jarrai”. Y, si se tercia (porque no se den “las condiciones objetivas” para culminarlo, por ejemplo), el recurso a la violencia terrorista siempre estará ahí, ora con el acoso sistemático a los representantes de fuerzas no abertzales no sometidas al “proceso”, llegando a la agresión física, ora con la amenaza velada de volver a los atentados.
Por eso, y ante el desistimiento generalizado de los otrora resistentes del “constitucionalismo vasco”, serán cada vez más los ayuntamientos sometidos al control de ETA y su proyecto abertzale totalitario; también en Navarra, donde el terror persiste en la región limítrofe con la CAV “ahora que ETA ya no mata”. De hecho, ETA es la que imputa el cargo de “enemigos de la paz” al resto.
…Y SE DA EN PARTE POR SATISFECHA
Al respecto, Pla no oculta su satisfacción por cómo les ha terminado por resultar el “proceso de paz” a los etarras: “No ocurrió como imaginábamos”, afirma (porque ellos tenían, por descontado, su propia “vía de solución al conflicto”), antes de reconocer que “se hizo y se hizo bien, y ahora toca pensar en el futuro y plantear propuestas que den nuevos bríos a la lucha por la soberanía”.
Es más, pese a imputar el fracaso inicial de las expectativas de ETA a la reticencia de los gobiernos de España y Francia, Pla declara lo siguiente:
“En ciertas cuestiones el Estado francés sí ha actuado de manera diferente, mientras que la actitud del Estado español ha sido, en general, muy cerrada. Aunque habría que matizar que Madrid también dio pasos, por más que mantenga cierta hipocresía al respecto. Hubo relaciones con el PSOE, y se adoptaron ciertos compromisos que luego no se cumplieron. Eso también ha ocurrido.”
Así que a ver qué idea redonda se le ocurre esta vez a Sánchez para darle una “solución dialogada” a lo de “Josu Ternera”, ahora que además Bildu y ERC, sus más que posibles apoyos parlamentarios y de gobierno, van de la manita a todas partes como cuando el encuentro clandestino en Perpiñán (vigilado por el CNI) Urrutikoetxea-Carod Rovira para establecer “la paz” sólo en Cataluña.
Un arresto que se produce en la misma semana que se ha despedido como “hombre de Estado” al portavoz del GAL y del “proceso” (“discreción” pedía por entonces Rubalcaba a los periodistas, estableciendo así una de las condiciones para la paz de esa “paz sin condiciones” o cacareado fin de ETA “sin pagar precio político”) con ruborizante unanimidad de siglas, excepto Vox.
La misma semana que los socialistas vascos han proclamado a Eguiguren “alcalde de la paz”, se supone que por sus constantes devaneos con “Josu Ternera” y Otegi durante el “proceso”, del que tanto ha escrito sin aclarar nunca nada mientras ETA seguía poniendo cadáveres encima de la “mesa de negociación” con el Gobierno Zapatero. Pero es rigurosamente cierto: el PSOE nunca defrauda.