La sociedad dividida

…es el modelo que consagra el Izquierdismo ideológico cuando se encuentra en el Poder, prevaliéndose de todos los recursos públicos y yugulando parte de los privados con el fin de hacer ver a los propios que todo es necesario en pos de la victoria sobre los otros, pues se trata de victoria o muerte (políticamente hablando), victoria o derrota, pero en todos los órdenes de la vida.

Porque para la casta política la lucha por el Poder es la Vida, y a esa visión del mundo deben someterse los gobernados en todo tiempo y lugar, pues de ahí viene su presunción de legitimidad, de cierta infalibilidad, de necesidad misma para que la Política pueda simplemente existir, no digamos ya un sistema democrático como tal, con su pugna entre las distintas facciones o formaciones de representantes en una sociedad plural.

Pero, ¿es que esto es así? ¿No es la corrupción moral de los partidos la que se extiende por todo el Estado en que se han enquistado desde los inicios del régimen del 78? ¿No es su omnipresencia la que asfixia el Presupuesto, a las empresas y a los particulares? ¿No es su falta de escrúpulos y su evasión de responsabilidades las que tienen la Hacienda a punto de quebrar, comenzando por el insostenible sistema público de pensiones?

Partidos ahora mismo que no acatan la Ley, partidos que proceden del terrorismo, al que en su día sirvieron de pantalla, todos ellos socios en el Gobierno de un partido de historial criminal como el PSOE, que durante un tiempo se presumió liberado de las ataduras de su pasado revolucionario y antidemocrático, básicamente durante los años de Felipe González al frente del partido y del Gobierno de España.

Mas después sólo ha mantenido ciertas trazas de liberalismo democrático para disimular en tiempos de oposición, como en el caso de Zapatero y luego de Sánchez, ambos implicados hasta el cuello, a la hora de la verdad, en otorgar soluciones “de prestigio” a los problemas rarunos de los separatistas de la ETA, ERC, Junts, las CUP y demás ralea -como en el 34, al PSOE todo aliado extremista le parece poco, habiendo fijado ya el objetivo a batir como enemigo.

Por eso ahora, como prácticamente desde el momento en que Pedro Sánchez asaltó el Poder mediante la moción de censura -con el apoyo ya entonces de Podemos, ERC y Bildu-, sólo queda recordar una vez más a las formaciones de oposición, PP y Vox sobre todo, que así como sólo de manera conjunta podrán constituirse en alternativa y echar al Doctor Fraude de La Moncloa, para el Frente de la Izquierda ambos representan un todo que hay que dividir y finalmente liquidar.

Que impere la unidad, entonces; y a por ellos.

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En la muerte de Antonio Escohotado

…conviene atender a que se puede en este caso llegar al hombre, al sabio, tanto a través de su obra -prolija y plena de una voz original- como a través de la persona que fue, de la que tanto han hablado tantos desde hace tanto tiempo, y él mismo en sus últimos años con sus breves memorias Mi Ibiza privada, o en conversación con Ricardo F.Colmenero en Los penúltimos días de Escohotado.

Lega para la posteridad, y no es obsequioso añadirle el “global” a posteridad, su enjundioso estudio sobre Los enemigos del comercio, así como el canónico Historia general de las drogas, y otras obras sólo en tamaño menores como Caos y orden o la recientísima Hitos del sentido, que servirán por sí mismas para orientar al lego por los meandros de una obra que, siempre al margen del fraudulento binomio Derecha-Izquierda, discurre caudalosa hacia la comprensión total.

Pues fue siempre la idea del ambicioso profesor el conocerlo todo, el experimentarlo todo o casi todo, y desde el máximo de percepciones y posiciones distintas, lo que a la postre le condujo por la senda de la rara sabiduría que viene de la retractación radical de lo siempre asumido como más propio, para dirigirse hacia una más honda experiencia de lo real que cristaliza de nuevo en la amplia libertad, pese a los apuros intermedios.

Y ahí se nos aparece a la generalidad, como por sorpresa, el que siendo siempre hombre de izquierdas, justiciero, enemigo de los cruzados clerical-militares y de todos sus prohibicionismos aparejados, emprende el camino del conocimiento puro y se dedica durante décadas a beber en las fuentes para extraer todo tipo de conclusiones, cotejarlas, contrastarlas, descartar unas ante las rotundas certezas que se imponen a su paso…

Decía entrevistado por Federico Jiménez Losantos -en lo que representó uno de los eventos intelectuales más importantes de lo que va de siglo XXI español- que con Los enemigos del comercio daba su vida, su obra, por cumplida. Una obra de la que somos legión quienes pensamos que, de tratarse de un autor useño, británico o francés, ya habría sido promocionada al nivel de los best-sellers de Fukuyama, Harari, Ferguson y demás.

Pero lo que importa, a fin de cuentas, es que al menos sus más directos legatarios, a ambos lados del Atlántico, contamos con una especie de Biblia contra los enemigos de las libertades, de la prosperidad y de todo lo que de mejor puede dar de sí el hombre, como persona plenamente formada y en pleno uso de sus facultades de razón y decisión, no menos que como parte de una comunidad de iguales en la que el bien propio no está reñido con el bien ajeno.

Una última y valiente enseñanza de quien, viniendo prácticamente del apostolado de la lucha de clases, si bien en su vertiente menos violenta y más libertaria, acabaría militando con fe mayúscula en lo que a él le gustaba denominar “la guerrilla de la concordia”. Salve, maestro.

Sánchez quiere quedarse para siempre

…pero para ello debe sopesar si le conviene un adelanto electoral, lo que no es una decisión fácil en este momento de profusión de datos, promesas de reforma, avisos de la UE, recomposición interna de sus socios en el Gobierno, incertidumbre de las finanzas públicas, precariedad del suministro energético a cuenta en parte de antiguas rivalidades geoestratégicas…

Obviamente, el Doctor puede seguir actuando como si nada de lo que pasara en España o en el resto del mundo fuese con él, volcado como está el hombre en auspiciar “el Cambio” a nivel global, en todos los órdenes, de arriba abajo, mientras se pasea en Falcon siempre que puede para preservar la imagen que tiene de las personas reales, allá abajo, tan pequeñitas.

Otra cosa es que la Realidad le deje plantado cualquiera de estos días, o sus mentados socios podemitas en dura pugna por disgregarse en decenas de marcas con sus coloristas lidercillos, o la gente rara y siniestra de ERC, a su vez en perpetua guerra de desgaste con sus aliados separatistas al par que enemigos feroces por el negociado de la Generalidad, o el mismo y taimado PNV cuando la ocasión así lo demande.

Con estas bazas, mal que bien, ha ido tirando Sánchez toda la exigua legislatura y parte de los años precedentes a partir de la moción de censura contra Rajoy, y aspira de hecho a continuar con los mismos socios que imposibilitan el Gobierno aunque se les contente con el Reparto del Saqueo. Parece labor de equilibrista, pero ya saludé como “transformista” el extraño pacto PSOE-Podemos para arramblar con el Poder; un pacto nacido de la pura y urgente necesidad.

Ahora bien, sean cuando sean las elecciones, todo el variopinto entramado que sustenta al Ejecutivo del Doctor deberá deshacerse y acudir al encontronazo fácil para hacer ver a sus respectivos electorados y bases que el PSOE no les tiene cogido por los bajos, sino que es al revés. Y la cuestión entonces es cuándo se producirá esa artificiosa ruptura del Frente que apoya a Sánchez y le permite gobernar, si durante una votación presupuestaria o en cualquier otro momento.

Hasta entonces, sólo queda esperar por si alguien cabal queda en el PP con suficiente autoridad como para enmendar a Casado de su yerro esencial, que es pretenderse alternativa en solitario al otro supuesto “partido de Estado” (el PSOE, ¡ja!) en vez de asumir de una vez por todas que el Bipartidismo está felizmente enterrado, entre otras cosas porque el PSOE no desea alternarse en el Poder con ningún otro partido de ámbito nacional.

Definitivamente, la Oposición tampoco parece tener las ideas muy claras, ni la estrategia ni puede que, en el caso del PP, el discurso, cuando viene de hecho de negociar entre bambalinas la designación de una serie de cargos institucionales que vuelve a dejar en agua de borrajas sus promesas todas de “regeneración democrática”, precisamente en el peor momento posible para ello.

Lo cierto es que el PP vuelve a parecer un partido poco fiable para gran parte del electorado de la Derecha, pero tampoco Vox da la impresión de ser del todo capaz de imponer un liderazgo propio y distinto como alternativa al Frente de la Izquierda, así que la inminencia o no de las elecciones no altera sustancialmente el hecho de que Sánchez quiere quedarse para siempre en el Poder, y Casado y Abascal siguen sin hacer la suficiente mella en las pretensiones del Doctor.

Las ideologías furiosas

…son impulsadas en todo tiempo y lugar por aquellos megalómanos que, como el Diablo, cuando se aburren mucho se ponen a pensar en cómo perjudicar al hombre corriente, al que ven pasar todos los días por delante y al que no soportan, en su afán poco común por salvar a la Humanidad de sí misma y atribuirse después el mérito.

Que la llamada “cumbre climática” haya deparado al fin el reconocimiento de la energía nuclear como “verde” no debiera sorprender a nadie, pues entre nosotros lo sostiene el joven economista nonagenario Juan Velarde desde hace medio siglo, o más: barata, limpia y segura, lo que necesita precisamente un país como España con su alta demanda energética tanto en temporada de verano como durante el invierno.

Que los crímenes de índole sexual aumenten exponencialmente a la producción legislativa -dislocada, frívola, inútil- de la Izquierda sobre la materia tampoco es de extrañar, porque lejos de tratar de contener el derrame de gasolina lanzan alegremente sobre el vertido sus cerillas encendidas de ilusión y pretendidas buenas intenciones, que desde luego para nada aseguran la protección física de las maltratadas o de las mujeres en general ante las agresiones violentas.

Que la reinserción, precisamente, de criminales sexuales se quiera conjugar con la criminalización del “heteropatriarcado”, como la ocultación de abusos a menores en centros dependientes de administraciones en manos de los autodenominados “progresistas” se realiza en nombre de la salvaguarda de no se sabe bien qué protección de datos, da otra buena muestra de cómo la ideología perniciosa de los que se proclaman “conscientes” engendra monstruos.

 Que toda la zarrapastrosa negociación presupuestaria, con los privilegios a flor de piel en las manos petitorias de los jefes y chamanes tribalistas de las “nacionalidades y regiones”, se resuelva finalmente con la aprobación de leyes que nos vetan nuestros acreedores, a modo de improbables soluciones que en realidad empeorarían los problemas, da buena cuenta de la desfachatez insólita del primer presidente que ha hecho del Gobierno un ente inútil para gobernar.

Pero es que, a fin de cuentas, ni los recitales de la memoria básicamente antifranquista, revanchista, falsaria, o los de la memoria “sobre el conflicto” desencadenado por los terroristas abertzales apadrinados por la Iglesia y el PNV, ni las componendas de buena sociedad parlamentaria en la que el partido del Gobierno ha incurrido con los golpistas de ERC y de Junts, llegando hasta los inconstitucionales indultos que ahora de nuevo salen a la palestra…

Nada de lo que ha realizado el Gobierno Sánchez en comandita con Podemos ha sido bueno para España y para los españoles, sino todo lo contrario, aunque lo traten de encubrir con mentiras, sobornos a los medios y al “mundo de la Cultura”, ayudas presuntamente directas a los necesitados y demás morralla fascistoide. Todo ha ido encaminado a enquistarse en el Poder y desde ahí destruir cualquier alternativa a su política de saqueo y corrupción.

De ahí la necesidad, cada vez más urgente, de someter todo pensamiento crítico a las falsas verdades de las ideologías furiosas, para sofocar la rebelión intelectual y social, política, a todo este desfasado estado de cosas. Nunca como ahora se había mentido tanto y con tal descarnado cinismo a los ciudadanos sobre la situación, sobre los problemas reales y los retos asumibles, sobre la esencia misma de la vida en sociedad, sobre la convivencia y la democracia.

Y con semejante proyecto de sustitución total de lo Real por la Causa ideológica pretenderá una vez más el demediado líder del PP, Pablo Casado, llegar a pactos de Estado “por el futuro de España” -¡el futuro!, la recurrente promesa de las ideologías que, precisamente, surgieron para denunciar por engañosas las teleologías religiosas y sus promesas de una mejor vida más allá de la muerte-.

Estos “progresistas”, al cabo, nos prometen la penuria en vida y la redención futura, nos certifican la ignorancia de nuestros hijos y sus limitadísimas oportunidades laborales y vitales, mientras se dedican esencialmente, en cuerpo y alma, y como siempre han hecho, a la sustracción de todo lo que aún producen los más afortunados y libres, para llevárselo crudo y seguir presumiendo de conciencia social. Ellos son incorregibles, pero ¿y nosotros?

Isabel Díaz Ayuso, candidata al Gobierno 2023

…a nada que se esmeren los asesores rojiverdes del PP, que puestos a la tarea de encontrar enemigos a batir siempre acaban eligiendo a las mujeres protagonistas de su propio partido: San Gil, Aguirre, Álvarez de Toledo y ahora la presidenta de la Comunidad de Madrid, genuina figura prominente de la Derecha europea que los enanitos a duras penas tratan de aplacar: lo llevan crudo.

Uno piensa en Pablo Casado, con ese suculento puesto “europeo” en una gran empresa internacional, y no ve más allá de la carrera de un niño bien que se prestó a las peores fabulaciones de Rajoy, como portavoz, para después presentarse como alternativa al rajoyismo-sorayismo sin desearlo en realidad, o eso parece ahora.

Alguien, en todo caso, sin vida al margen de unas siglas, las del PP, que parece que les pertenecen a él y a su camarilla por haberse impuesto en unas primarias a la arribista primera del partido, Sáenz de Santamaría, y poco más. Pero ni esto ni aquello: si el PP se mantiene hierático ante las maquinaciones del “aparato” contra sus líderes más populares lo pagará caro.

Uno piensa en Isabel Díaz Ayuso, que se ha tenido que reinventar en varias ocasiones no sólo como presidenta de Madrid, sino incluso antes de entrar en política, y ve el camino esforzado de una mujer que no se arredra, que parece hasta obstinada en la manera de llevar sus decisiones hasta la realización final, hasta su cumplimiento definitivo, que no le encuentra igual.

Y frente a un liderazgo arrollador -ideas claras y distintas (vulgo “convicciones”), coraje y proyección carismática- los petimetres peperianos de la Escuela de Control de Daños de Arriola, que sólo sirven para desactivar iniciativas singulares, obstruir carreras emergentes y anular todo tipo de oposición radical al Gobierno… por parte de los compañeros de partido.

Esto lleva siendo así dos décadas, siguiendo el criterio de selección de lo peor y más sumiso, para lo cual el mejor modelo político sigue siendo el PSOE, como para todo lo malo, que el PP asume dócilmente como lo más “in”, u “on”, o “plus”, que lo mismo da. Esta gente es tan incapaz de articular discursos morales como apta para desatar campañas de calumnias contra los propios.

Y a fin de cuentas, habiéndose cargado ya la relación con el líder de Vox, Santiago Abascal, y con el mejor activo parlamentario -político, discursivo, ejemplarizante- del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, ¿qué se podía esperar de Pablo Casado? Pero que este niñato ponga en almoneda la alternativa radical al despótico Doctor Sánchez sólo por presumir de “sentido de Estado”…

No habrá tal posibilidad, ni desde el Gobierno ni, por supuesto, desde la Oposición: si Casado mantiene el pulso contra Ayuso con la intención de derrotarla y humillarla, cuando ella arrase en las primarias madrileñas el que se verá definitivamente derrotado y humillado será él, aparte del tontolaba Martínez Almeida y del escupe-aceitunas García Egea. ¿Y entonces, qué?

La IDA, como una flamenca desabrida por el desengaño, aún podrá decir “Dejarme sola” y luego concurrir por Vox, pero… ¿qué le quedará entonces al PP de cara a las Generales? El órdago de Casado ha sido de órdiga, pero sus cartas son muy malas.