En realidad, la Segunda Guerra Mundial aún no ha terminado

…y de hecho es cosa sabida en la comunidad de historiadores, porque de lo contrario no se entienden conflictos como los de Ucrania, pero tampoco los de China con Taiwán, el de Israel en Palestina, la partición de Corea y tantos otros asuntos de las relaciones internacionales que han sido soslayados, a conciencia o por despiste, en las últimas tres décadas de vida inteligente en Occidente.

Al respecto, un dato clásico de la historiografía es que la SGM comenzó el 1 de septiembre de 1939 cuando las tropas alemanas invadieron Polonia por el Oeste del país a las órdenes del dictador nazi Adolf Hitler, pero suele soslayarse -cuando no se oculta deliberadamente- que las tropas de la URSS (fundamentalmente rusas) del dictador comunista Josif Stalin penetraron por el Este el 17 de septiembre, siendo aplastada toda resistencia polaca para el 6 de octubre.

En respuesta a la invasión, Inglaterra y Francia le declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre… pero jamás a la URSS, posterior aliado en la contienda, que a su vez se dedicó a tratar de invadir Finlandia apenas dos meses y medio después, con estrepitoso fracaso por su parte. Pero una guerra que supuestamente empezó por la invasión de Polonia terminó no menos supuestamente con su práctica entrega a uno de sus invasores, la URSS de Stalin.

En la partida de las conferencias que se jugaron, entre trago y mucho trago, los dos gigantes de la hora, Churchill y Stalin, (cierta) Europa quedó ciertamente repartida entre los vencedores según las denominadas “áreas de influencia” que, una vez unificada la parte de useños, británicos y franceses, validó el “telón de acero” detrás del cual quedaron Polonia y Hungría, Bulgaria y Rumanía, y hasta Checoslovaquia, cuya capital Praga se encuentra al oeste de Viena.

En Grecia aún hubo de librarse una cruenta guerra civil para liquidar a la guerrilla comunista, mientras la Yugoslavia de Tito iba a avanzar por esa especie de tercera vía “autogestionaria”. Media Alemania quedó asimismo al otro lado del Muro, que no sólo era físicamente una pared con alambradas y torretas de vigilancia, como se ha demostrado durante estas tres últimas décadas que han seguido a su destrucción material.

ELLA SIEMPRE DICE NO

La partida que ahora juega “Europa” se complica al asumir la perspectiva del “líder” de la UE, una Alemania cargada de complejos, remordimientos y también cierto rencor hacia Occidente, y no hablo meramente de su clase política, más bien acomodaticia, “tolerante” siempre a favor de los vientos -“veletismo” lo llamamos por aquí- y consecuentemente corrompida por los vicios y placeres del “Bienestar Social” tanto como por el nihilismo relativista y suicida.

Una sociedad que no parece haber comprendido que la raíz del mal hitleriano, una especie de racismo espiritual tanto como fisiológico, intelectual y hasta cuasi religioso, no brota del militarismo prusiano sino de la filosofía idealista -de Hegel a Heidegger, ¡la conjura de los idealistas alemanes!- que no deja de deslumbrar a tanto tonto con ínfulas de sabihondo, de oscuro arúspice de los designios de la Historia, desvelador de secretas claves teleológicas…

Así que es de agradecer la noticia de que el actual canciller de Alemania haya decidido apostar por la Defensa, siendo como es Scholz el primero de su partido (PSD) en gobernar después de Schroeder, vendido al Estado ruso vía Gazprom antes incluso de haber abandonado la presidencia del Gobierno, si bien se trata de quien fue reelegido pese a su inepcia por la hazaña de acercarse con impermeable y botas a saludar a la gente durante unas graves riadas.

Queda por recordar, pese al empalagoso unánime elogio en su reciente despedida del cargo, a quien tantas responsabilidad tiene en la situación presente, la ex canciller Angela Merkel, no menos enfeudada a Rusia, no menos responsable de las anteriores cesiones a Putin en Georgia y Ucrania, y en la misma Siria, o en Libia, donde Obama y ella jugaron a redentores de la Humanidad en nombre de ¡la democracia! antes de tener que dejarlo todo en manos rusas y turcas.

PUTIN ES EL ÚNICO AGRESOR

Pero ha bastado la invasión de Ucrania, que ahora da la impresión de ser un paso en falso de Putin, para que toda la “realpolitik” anterior apuntada, más que apuntalada, por una Alemania desmilitarizada, desnuclearizada y hasta despolitizada -la disparatada legislación “de género” y “trans” rige para Polonia y Hungría, ¿pero no para Rusia o China, campeones en la violación sistemática de los derechos humanos, como Irán o Cuba o Venezuela?- se haya venido abajo.

Hay que celebrarlo, precisamente en un momento de franca (presunta) retirada de la República Imperial de los USA de media Europa y medio Asia, aunque a la postre no les quedará otra a los useños que volver a intervenir: ¿o es que pretenden que, como la Gran Bretaña de antaño, pueden vivir un “espléndido aislamiento” los que se encuentran entre el Pacífico y el Atlántico, con la Rusia de Putin al Norte y la América Roja al Sur?

No sólo es que no puedan permitírselo, es que ya van tarde parando a chinos y rusos en el hemisferio que debiera ser de su casi exclusiva incumbencia -“America para los americanos”, según Monroe-, ya que España (y con ella la UE) ha desertado de cualquier responsabilidad desde la masacre terrorista del 11-M en Madrid, con la llegada de Rodríguez Zapatero al Poder, a nuestros días, patética “Alianza de Civilizaciones” mediante (y patético Rajoy también).

Así que cuando el dictador Putin se atreve incluso a amenazar a países como Suecia o Finlandia, cuando las tres repúblicas bálticas (Letonia, Estonia y Lituania) entienden que serán el siguiente plato con no mucha mayor preocupación que Polonia y Hungría, Bulgaria y Rumanía, y hasta la misma Turquía (miembro relevante de la OTAN) decide cerrar el acceso al Mediterráneo a los buques rusos… se puede declarar que Rusia es, efectivamente, el enemigo.

UCRANIA NO DEBE CAER, CUBA SÍ

Y si quisiéramos, si nos atreviéramos a mirar con una “visión global” la situación política del mundo todo, con especial atención al respeto de los derechos humanos más básicos de nuestros congéneres, entenderíamos enseguida que resistir hasta la victoria en Ucrania, hasta la retirada rusa y el colapso del régimen de Putin, es la única opción a día de hoy no ya para la fofa “Europa”, sino para todos los pueblos oprimidos por el comunismo en América, Asia y África.

Más allá de la torva propaganda de los De Prada que justifican a Putin, o los Pablo Iglesias que aducen “cabalgar contradicciones” para hacer lo propio con Putin, Xi Jinping y los ayatolás de Irán, de todos aquellos que alegan enfrentarse al “Nuevo Orden Mundial” por “uniformizador” cada vez que han de armar sus tramoyas y escenarios, discursos de propaganda antiUSA y demás, tenemos a las juventudes de Cuba y Ucrania, de Nicaragua y de Hong-Kong, de medio mundo no-occidental dispuestas a conquistar la libertad por sus propias manos.

Así que, como rezaba esa canción: “Si no piensas ayudar, échate a un lado”.

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Contra los panegiristas del guerrero cristiano

[Publicado como carta del editor en el extinto diario Nuestra Hora el domingo 4 de mayo de 2014.]

El último reaccionario del siglo XIX, el Sabino Arana castellano, el Nocedal blandi blub Juan Manuel de Prada lleva unas semanas escribiendo loas a Vladimir Putin en el ABC que fuera de los Luca de Tena -ahora vocentino, luego de estilo semi cope-semi berlusconiano-, como si el tirano ruso fuera la reencarnación del guerrero cristiano que, con su flamígera espada al viento de la estepa, tuviese como fundamento misional de toda su acción liberar a la civilización occidental de sus vicios y enemigos.

Loas a alguien como Putin que ha sido capaz, no una sino varias veces, de ordenar bombardeos masivos con armas químicas sobre la población civil, mientras se dedica en cuerpo y alma a saquear las riquezas naturales de su país en comandita con otra serie de antiguos camaradas de régimen, ensalzados como “oligarcas” cuando no caen en desgracia ante los ojos del “nuevo zar” y son desterrados a Siberia como en los buenos viejos y soviéticos tiempos de antaño.

Un Putin que ha liquidado toda oposición política y periodística por la vía expedita del encarcelamiento (Jodorovsky) o el asesinato (Politkovskaya) y fustiga toda disidencia o desvío con la misma saña (asesinato de Litvinenko y encarcelamiento de las Pussy Riots), aparte de fomentar la expansión en toda Rusia del discurso del Odio a los homosexuales, los judíos y los occidentales, aderezado de un nacionalismo sacrosanto que se vale lo mismo de la cruz que de la hoz y el martillo para sus espurios fines de dominación.

El conflicto de Ucrania es complejo -menuda obviedad-, pero sobre todo para aquellos que no son capaces de quitarse las anteojeras de la ideología, que no tan paradójicamente es capaz de hermanar a católicos ultramontanos con nostálgicos del imperialismo soviético porque ambos son enemigos de las conquistas de la igualdad de derechos y las libertades individuales. Por suerte tiene el ABC el antídoto en la persona y obra de Hermann Tertsch, no en vano víctima de nuevo del acoso de la izquierda sectaria nacional, que también está con Putin.

Pero cabe preocuparse cuando tantos en Europa entienden que se ha dado un mal paso en Ucrania, que en verdad debería seguir siendo una especie de coto privado de la neoRusia putiniana (como Georgia, Chechenia, Bielorrusia… y demás). La cobardía travestida de prudencia diplomática, una vez más; mientras la situación interna en Rusia no ha dejado de degradarse desde que todo lo decide Putin: se desploma la esperanza de vida, la economía es de subsistencia, se disparan las desigualdades sociales y crece el fanatismo nacionalista.

Para De Prada, toda la política (exterior o no) se reduce a Literatura, y no de la mejor. Pero los dirigentes europeos debieran tomarse algo más en serio el desafío de Putin, porque alguien que es capaz de tener comiendo de su mano al que fuera máximo dirigente de Alemania, caso de Schroeder (ya fichado para Gazprom antes de abandonar la presidencia del Gobierno), no es precisamente un enemigo menor.

El tiempo de Casado pasó

…y ¿tan breve fue? Efectivamente, tan breve: por sus múltiples errores y la nula confianza que suscita a estas alturas entre propios y ajenos, electores o suegras, columnistas o jugadoras de ajedrez. Ya nadie traga a Pablo Casado, por mezquino, precisamente, por no haberse atrevido a ser el sustituto de Rajoy sino su heredero, pertinaz en la lengua de trapo aunque con otro estilo.

Ya no puede enmendarse Pablo Casado, presidente del PP que nunca se ha creído tal, al parecer, o desde luego nunca se ha comportado como tal, pese a convenciones y faramallas varias, cuando se trataba de constituir una genuina alternativa de Poder, comenzando por el Gobierno, a esta coalición abigarrada de despropósitos y desmanes que perpetra a diario el Ejecutivo de Sánchez, vulgo Sánchez El Ejecutor de despropósitos y desmanes.

En vez de ello, con denuedo digno de mejor causa se ha dedicado a enfrentarse o “confrontar” con Isabel Díaz Ayuso, la que debiera ser su primera baza como alternativa creíble al proyecto de Sánchez, que tiene desde luego un estilo propio y un coraje a prueba de maledicencias y trampas varias, y una imagen ya consolidada de buena gestión que no resulta incompatible con cierta cercanía sentimental, y hasta populachera, con “la gente”.

De hecho, ríete tú y riámonos todos de la “empatía” que se gasta un Pablo Iglesias con esa misma “gente”, pongamos por caso, por no hablar del Casado que se pasa media vida subiendo al tractor y tomándose unos vinitos a media mañana, aunque luego apoye sin mayor esfuerzo las anticonstitucionales medidas de confinamiento y suspensión general de derechos que han desconcertado a todos, empresarios, trabajadores y familias, durante todo este tiempo.

Así ha conseguido Casado reforzar el liderazgo de Ayuso, al dar durante meses la impresión de que hacía optar a todos, cargos de su partido y militantes, votantes y meros opinadores afines al PP, por el dilema “O ella o yo”. Pero los hechos actuales, las acusaciones sin pruebas y los descalificativos aparejados contra Díaz Ayuso no tienen perdón, y no lo conocerán, entre los más acérrimos defensores de lo que debe ser el PP: un partido democrático e integrador.

La partida se les acaba a los tahúres de Génova, pero no al PP, y en esto me muestro en desacuerdo con la mayoría de los comentaristas en la hora actual: tarde o temprano creo que a Casado le harán ver la única salida de aquel “bufete europeo”, porque su crédito está por completo agotado y sería incapaz de ganar unas elecciones aunque fuese el único candidato. La ocasión es más clara que nunca: un congreso para ungir a un candidato de consenso y ya.

Y que Mañueco haga el favor de aceptar el apoyo de Vox de inmediato, o su condenación será similar a la del propio Casado en no mucho tiempo. Amén.

El dilema Vox

…no es tal para nadie, salvo para los dos partidos del régimen, PSOE y PP, que sólo se acuerdan de lo peligroso de pactar con “populismos” cuando a ellos no les dan los números para hacerlo, y la prueba la tenemos en el abrazo Sánchez-Iglesias después de la repetición electoral de noviembre de 2019 tanto como en las declaraciones de Casado respecto al partido de Abascal antes de sus primeras Generales como candidato del PP, el viernes 26 de abril de 2019:

 «Al final, Vox o Ciudadanos, tengan 10 escaños o tengan 40, van a tener la influencia que ellos quieran tener para entrar en el Gobierno o para decidir la investidura o la legislatura. ¿Para qué vamos a andar pisándonos la manguera entre nosotros?»

No se entiende bien qué haya podido pasar en estos últimos tres años para que el aún presidente del PP considere a Vox más “extremista” o “derechista” que entonces, sobre todo después de haber podido formar gobiernos en varias comunidades gracias, precisamente, al apoyo activo o pasivo (abstención) de la formación que ahora vuelve a ser de “extrema derecha” e incompatible con el perorado “estándar democrático UE”, en rigor tan degradado.

«Queda claro que es falso que en España haya tres derechas, era un opción falsaria, hay otro partido de extrema derecha, que es Vox, y un partido que, como mucho, está en el centro izquierda (Ciudadanos), facilitando el gobierno de Pedro Sánchez.»

Pero es que estas declaraciones las realizaba Casado el martes 30 de abril de 2019, apenas cinco días después de las citadas en primer término, por lo que nadie puede llamarse a engaño a estas alturas respecto a la cierta esquizofrenia del barbado presidente del PP, si bien se podrían explicar porque las expectativas del viernes eran superar los 100 escaños y resultó el martes que el PP sólo tenía 66… ¡para hablar después de la “veleta naranja” o de “resultadismo”!

Qué decir de Pedro Sánchez, el más interesado de toda España en este momento y desde hace varios años en fomentar la “extrema derecha” como espantajo para incautos, sobre todo para los que no acaban de enterarse de que Vox no ha puesto un millar de cadáveres sobre la mesa para negociar ningún gobierno, presupuesto o auxilio político, a diferencia de los socios del Doctor No.

Verdaderamente las caras duras de Sánchez y Casado, como las de sus cada vez más exiguas cohortes, paniaguados y cráneos privilegiados como Lastra o Casero, y tantos otros, son las necesarias para continuar en la vida pública como los miembros vitalicios de esa casta política en la que todos convergen por igual.

Pero no sé qué me da que su tiempo se acaba, y el teatrillo del Bipartidismo ofendidito y censor que se ha desplegado a partir de los últimos resultados electorales en Castilla y León no es más que el reflejo de ello; y, hablando estrictamente, un acto reflejo de líderes desaforados en la agonía de unas vidas políticas que se prevé, aun y todo, no muy larga.   

El “diálogo social” muestra sus tripas

…en la escabechina por los fondos europeos en que se ha convertido la política española al completo, pues las empresas o los proyectos dependen del Dr.Fraude, al cabo, y de Presidencia para abajo de los distintos niveles de la Administración Pública -como se sabrá a estas alturas, parasitada por decenas de partidos políticos, sindicatos y organizaciones amigas-.

De ahí que al esperpento en el Congreso mientras se trataba de aprobar una reforma laboral aceptable para las autoridades de la UE le siga otra medida netamente agresiva contra el empleo, como es elevar una vez más el Salario Mínimo Interprofesional, medida que se calcula que ha destruido durante la legislatura unos 100.000 empleos.

Ahora celebrarán Sánchez y Díaz no sé qué cosas, con tres millones de parados fijos y las tasas de paro juvenil más altas de Occidente, pues que el “diálogo social” para ellos, como durante el Fascismo italiano y el Franquismo, consiste básicamente en hacer como que Patronal y Sindicatos (verticales/paraestatales) se ponen de acuerdo en firmar “la paz social”.

A diferencia de aquellos regímenes -ambos dictaduras paliadas por la corrupción, como dijo aquél-, en que a veces se les torcía el brazo a los industriales, y otras a los obreros y sus representantes, en el vigente sistema y desde la defenestración de Redondo Urbieta el Gobierno, cuando es del PSOE, se vale de UGT y CCOO para imponer sus demagógicos planes.

Pero el PP, jugando a que respeta “los consensos democráticos básicos”, no acaba de llevar a cabo en esta materia ni siquiera su programa de mínimos, tal vez porque prefiere también él descargar la responsabilidad del acuerdo por la citada “paz social” en los “agentes sociales” o sospechosos habituales desde principios de la Transición: CEOE, por un lado, y UGT y CCOO.

A estas alturas de la crisis pandémica, cuando decenas de miles de pymes atacadas directamente por las restricciones o han cerrado ya, o están a punto de quebrar, o se encuentran con la tremenda dificultad de levantar ERTEs y devolver créditos, y no acaban de ver un solo euro de los fondos porque Sánchez los quiere distribuir entre quienes puedan servirle mejor…

PROSIGUE LA COMPRA DE VOLUNTADES CON EL AMÉN GENERALIZADO DE LOS MEDIOS

Con la luz disparada por negligencia y corrupción de políticos y gestores de las empresas energéticas en su coyunda manifiesta e ininterrumpida desde las privatizaciones de los años Aznar, más todas las tasas de unos ayuntamientos que perviven en su sobredimensionado tamaño gracias a las rentas del suelo que no dejan de encarecer la vivienda y el alquiler comercial…

Que así y todo nos tengan durante días y semanas con las monsergas consabidas de la “seguridad” y la “estabilidad” en el empleo, o con los episodios chuscos de errores en la votación, o “transfuguismo”, o chalaneo de apoyos, tratándose del Dr.Fraude y sus chapuzas de cara a la galería UE, indica bien a las claras la cierta conjunción de intereses por el despiste de la opinión pública.

Para que los españoles no nos demos cuenta de la gran estafa y del intenso saqueo institucionalizado que siguen perpetrando desde el Poder los que mandan, ahora mismo el PSOE con Sánchez a la cabeza, con los que se reparten el botín a la carta, visitadores a La Moncloa de grupos de comunicación, banca, aerolíneas, energéticas renovables…

Entre eso y el negociado mismo entre partidos, escasamente transparente y, por ende, dudosamente democrático, que tiene ahora mismo en el Consenso sobre el Saqueo a todo el arco parlamentario -incluidos PP, UPN y Cs (“Navarra Suma”)- salvo Vox, igual resulta que a los ciudadanos de Castilla y León no les importa tanto el agro como su futuro como españoles.

Vamos, se me ocurre a mí.