Sin entusiasmo no hay afición

…y cada año que pasa resulta más difícil creer que el PP pueda ser considerado algo así como una alternativa al régimen que el PSOE desea imponer a todos los españoles desde el primer día que se fundó. Lo del reparto de los jueces no es noticia, como tampoco el de los medios o el de los consejos de administración de las grandes empresas públicas y privadas, pero es que tampoco es nuevo el entreguismo del PP a los postulados, al marco mental, del PSOE de ahora y del PSOE de siempre.

Es cierto también que “el signo de los tiempos” parece ser el de la burda socialdemocracia que rige los destinos de la UE, al borde de la desintegración, con su inabarcable hipocresía de inmensamente ricos estipulando una y mil regulaciones para hacernos a todos más pobres, a lo que llaman progreso y pintan de verde, de morado y rosa y arcoíris, cuando no son capaces de defender las fronteras ante la masiva inmigración ilegal ni de hacerse respetar ante los acostumbrados matones internacionales que la promueven. ¿Este es el modelo del PP?

De la Educación a la Economía, de la Administración de Justicia al Sistema de Protección Social, nuestros socialistas siempre escogerán el peor modelo, de modo que después de confundirlo y arruinarlo todo se erigirán empero como los salvadores de la situación, “los hombres del nuevo tiempo” nacido de las ruinas del anterior, el que era nuestro por derecho. Ahora que se celebran 40 años de Socialismo rampante, que ha conducido a los españoles a uno de los puntos más críticos de su historia, ya no se quiere recordar ni lo que pasó en 2017 ni en 2004.

Atrapados por la plenitud de la mentira ideológica en la que transcurre la vida política española desde hace lustros, resulta que la Historia de España de la que nos salvó Felipe y su cuadrilla de cuatreros se reduce a dos días: el 18 de julio de 1936 y el 23 de febrero de 1981. Acabáramos. Luego resulta que los dos abuelos de Zapatero lucharon con el bando nacional y que González era el vicepresidente en el “gobierno de concentración” de Armada y el señor X de los GAL, pero qué más da. A fin de cuentas, Sánchez ha vendido el Sáhara de saldo, ¿y qué?

Quiero decir que Feijóo va a tener que elevar algo el tono de la crítica a este estado de cosas, no menos que el tímido Santiago Abascal cuyos misteriosos silenciosos no hacen al caso como los de Quintero el Loco, que en paz descanse. Aunque ya sabía Hamlet que, rodeado de traidores por todas partes, hacerse el loco podía ser el único medio de salvar la vida y, con ella, la posibilidad de su proyectada venganza. A toda esta gente le falta un poco de arte, me da a mí.

Anuncio publicitario

Preparando el fin del régimen del 78

…se le ha ido la legislatura al indocto Doctor Sánchez, pero aun y todo me parece excesivo que desde finales de septiembre la Casta haya decidido que ahora lo importante son las elecciones municipales de mayo, ¿no piensan entonces hacer nada a derechas en dos cuatrimestres consecutivos? De momento, ya han aprobado unos Presupuestos irreales, fraudulentos, inmorales… que buscan únicamente sostenerse en el Consenso cuando ya no hay definitivamente de dónde sacar (o saquear) antes del colapso cantado de las cuentas públicas.

Así, vendrán los hombres de negro de la UE y tendrán los ojos claros: no pueden permitir según qué expansiones españolas en un momento tan drástico como el actual, teniendo en cuenta las dificultades del propio Euro y del sistema financiero en general, por lo que procederán a la única e insoslayable reforma posible a estas alturas del siglo XXI: el recorte, que será de dos dígitos, en las pensiones y en los subsidios al desempleo de los españoles.

Habrá entonces crujido de huesos y rechinar de dientes, cuando la sola noción de la enorme estafa piramidal que desde hace décadas supone la Seguridad Social debiera haber promovido, como este mismo jueves apuntaba Arcadi Espada, una genuina insurrección de los paganos de todo este cambalache; pero es que, de nuevo cabe insistir en la idea, a estas alturas del siglo XXI hasta eso llegaría muy tarde, porque de hecho resulta imposible.

Se han turnado en el Poder el PSOE y el PP, con CiU y PNV de muletas permanentes, hasta que todo ha comenzado a hacer aguas básicamente por “la insostenibilidad de las cuentas públicas”, sintagma que en nuestro país se podría traducir como “imposibilidad de continuar con el Saqueo institucionalizado” a las clases productivas para mantener todo el gigantesco momio de partidos, sindicatos, asociaciones de carácter solidario-extractivo y demás gremios del parasitismo patrio.

Y esto no es de ahora, claro: hasta yo escribí hace una década sobre el riesgo de argentinización de España. Pues en ésas estamos. Ya advirtió en la primera legislatura de Aznar un tal profesor Barea, desde la Oficina Económica del Gobierno, de la insostenibilidad de las pensiones, que de hecho Aznar pudo pagar gracias a la concesión de un crédito porque, después de 13 años de Felipismo y Socialismo cañí, resulta que no quedaba un duro en la caja.

A Barea lo mandaron a casa, por descontado. Y desde la crisis financiera de 2008, y sobre todo en tiempos de Rajoy, toda leve molestia al respecto del enorme gasto comprometido exclusivamente en el pago de las pensiones se ha solucionado modélicamente: echando paladas al que todos los beneficiarios pretenden, como un Pablo Iglesias cualquiera, saco sin fondo de la Deuda Pública. Pues va a resultar que no es así, y lo comprobaremos pronto.