…se le ha ido la legislatura al indocto Doctor Sánchez, pero aun y todo me parece excesivo que desde finales de septiembre la Casta haya decidido que ahora lo importante son las elecciones municipales de mayo, ¿no piensan entonces hacer nada a derechas en dos cuatrimestres consecutivos? De momento, ya han aprobado unos Presupuestos irreales, fraudulentos, inmorales… que buscan únicamente sostenerse en el Consenso cuando ya no hay definitivamente de dónde sacar (o saquear) antes del colapso cantado de las cuentas públicas.
Así, vendrán los hombres de negro de la UE y tendrán los ojos claros: no pueden permitir según qué expansiones españolas en un momento tan drástico como el actual, teniendo en cuenta las dificultades del propio Euro y del sistema financiero en general, por lo que procederán a la única e insoslayable reforma posible a estas alturas del siglo XXI: el recorte, que será de dos dígitos, en las pensiones y en los subsidios al desempleo de los españoles.
Habrá entonces crujido de huesos y rechinar de dientes, cuando la sola noción de la enorme estafa piramidal que desde hace décadas supone la Seguridad Social debiera haber promovido, como este mismo jueves apuntaba Arcadi Espada, una genuina insurrección de los paganos de todo este cambalache; pero es que, de nuevo cabe insistir en la idea, a estas alturas del siglo XXI hasta eso llegaría muy tarde, porque de hecho resulta imposible.
Se han turnado en el Poder el PSOE y el PP, con CiU y PNV de muletas permanentes, hasta que todo ha comenzado a hacer aguas básicamente por “la insostenibilidad de las cuentas públicas”, sintagma que en nuestro país se podría traducir como “imposibilidad de continuar con el Saqueo institucionalizado” a las clases productivas para mantener todo el gigantesco momio de partidos, sindicatos, asociaciones de carácter solidario-extractivo y demás gremios del parasitismo patrio.
Y esto no es de ahora, claro: hasta yo escribí hace una década sobre el riesgo de argentinización de España. Pues en ésas estamos. Ya advirtió en la primera legislatura de Aznar un tal profesor Barea, desde la Oficina Económica del Gobierno, de la insostenibilidad de las pensiones, que de hecho Aznar pudo pagar gracias a la concesión de un crédito porque, después de 13 años de Felipismo y Socialismo cañí, resulta que no quedaba un duro en la caja.
A Barea lo mandaron a casa, por descontado. Y desde la crisis financiera de 2008, y sobre todo en tiempos de Rajoy, toda leve molestia al respecto del enorme gasto comprometido exclusivamente en el pago de las pensiones se ha solucionado modélicamente: echando paladas al que todos los beneficiarios pretenden, como un Pablo Iglesias cualquiera, saco sin fondo de la Deuda Pública. Pues va a resultar que no es así, y lo comprobaremos pronto.