El permanente show del Estado descompuesto

…nos tiene a todos mirando, entretenidos, cómo el ex jefe del Estado arrastra los últimos jirones del prestigio que le quedaba por este Reino de España instaurado por Franco, que venció a la Revolución, mientras el Gobierno compuesto instrumentaliza su visita al país para atacar al Rey, en el caso del PSOE, y a la Monarquía, en el caso de todos sus socios.

Asistimos asimismo abochornados al cortés trato que dispensa el Doctor Sánchez a golpistas y terroristas, ofendidos a su vez porque el CNI los procura tener controlados, cuando sus formaciones debieran ser disueltas con la Ley de Partidos en la mano, hoy como hace veinte años, mientras por el contrario lo que se impone son sus directrices sobre Enseñanza y Financiación.

Pero parece que el dinero público “de nadie”, que tiende cuando gobiernan los socialistas y sus semejantes a quedarse en sus bolsillos, va a estar más caro a partir de junio debido a las nuevas medidas anticrisis que pretende adoptar el BCE. Y entonces qué: ¿40.000 funcionarios más? Para echar al triple en menos de un año. ¿Indexación al IPC de las pensiones y los sueldos públicos? Sea… para recortarlos después en un 20 o un 30%, a la vista está.

Hablamos de un Estado insostenible, sobre ser injusto, que es tan antiespañol como inviable, lo que ha de quedar reflejado no sólo en una nueva mayoría parlamentaria que brinde un Gobierno estable, sino en una auténtica alternativa a la descomposición acelerada del Estado para impedir la consecuente desintegración nacional.

De lo contrario, el día menos pensado, pese a la espesa capa de engaño y amnesia que cubre la vida de la sociedad española, nos podríamos ver envueltos en algo más grave que una mera dificultad para colocar la Deuda. A punto estuvo de verse ya en Cataluña, donde ya se vio bastante, un conflicto violento y abierto que habría podido devenir en un baño de sangre.

Por el momento, se ha cronificado la división. De no atajar bruscamente la trayectoria de Sánchez, con el PSOE y sus socios espoleándole, la desafección de todas las partes no hará sino crecer, hasta llegar al punto de no retorno que nos abocará decididamente al fin de este régimen; sin atisbar, siquiera, las personas necesarias y las instituciones que podrían servir para configurar el que ha de sustituirle.

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El horizonte penal de Sánchez

…es de lo que se debería estar hablando en todos los despachos, cenáculos, contubernios y -por extensión- todos los hogares de este pueblo llamado España, donde tan dada es la gente al rumor innecesario y al cotilleo insidioso. Pues que la mayoría de los hombres-fuertes que le rodean son carne de banquillo a nada que la (administración de) Justicia se rebote.

Y parece ahora muy rebotada, con sentencias increíbles (por lo tardonas) contra miembros de Podemos por actos de violencia contra la Policía, cuando en rigor el partido del leninista Pablo Iglesias no podría haber concurrido a ninguna elección con la Ley de Partidos en la mano y lo que ya sabía el CNI de su financiación “irregular” a mano de los regímenes de Venezuela e Irán.

Y resuelve ahora la inhabilitación de un tal Torra -que más que inhabilitado, se encuentra para los restos-, cuando cualquier día de estos el aciago Puigdemont cometerá un error e irá a parar a la Audiencia Nacional, allí donde cualquier cosa es posible y ojalá mis ojos vieran el procesamiento del divo primero de la casa, Baltasar Garzón, por todo tipo de delitos.

Por de pronto, cabe desconfiar de toda oposición partidista que no sea frontal contra el Gobierno criminal de Sánchez, que persiste en su inhibición ante la pandemia después de haber impuesto su arbitraria ley marcial con la excusa sanitaria -recuérdese que nunca hubo “comité de expertos”-, el confinamiento más largo e inútil en todo el planeta (exagerando no mucho).

Pero a medio plazo, más allá de lo que sirva para denigrar al presidente del Gobierno la moción de censura que defenderá el negro Garriga -un negro contra el establishment suena demasiado bien, sobre todo cuando la habitual Izquierda descerebrada del país lo moteja de “racista” con la estelada al cuello-, todo lo que quede a la Derecha de Sánchez debe plantearse una estrategia de derribo.

Además, ayudarán las catastróficas circunstancias. Que no se equivoquen y pierdan tiempo replicando los dirigentes de PP, Vox y Cs a los muñecos de ERC (Rufián), a los de la ETA (Aizpuru, el propio Otegi) o al superviviente Pablo Iglesias. El que manda es Uno solo, pese a toda su debilidad parlamentaria, porque así está dispuesto y poco cabe hacer.

Salvo echarlo vía moción de censura, procesarlo o inhabilitarlo para el cargo. A elegir.