La política de baja estofa

…del Ejecutivo Sánchez obra al fin en su contra, hasta el punto de que pospuesta -más que resuelta- la crisis pandémica no han cesado de aflorar todos esos casos con los que nos entreteníamos en vísperas del confinamiento forzoso: de Villarejo a Delcy y su mafia narcobolivariana, y de los separatistas catalanes que apoyan al Gobierno a la misma ETA.

Así aparece ahora desnudo el Presidente y su consiglieri de ideas redondas, recibiendo los insultos y golpes de los que hasta anteayer callaban, con el inaudito esfuerzo de autodefensa que supone tener que ser apoyados por el ex presidente -y prácticamente ex ciudadano- José Luis Rodríguez Zapatero, ministro plenipotenciario de Venezuela para Asuntos Europeos.

Y ante los propios compañeros de partido, los periodistas caídos del guindo perenne del “constitucionalismo” del PSOE, jueces y empresarios, amas de casa y pensionistas y desempleados y agricultores y pequeños comerciantes, la farsa de este Gobierno simulacro no puede durar mucho más si no fuera por la informe situación de los que se encuentran en frente.

Ahora van de nuevo PP, Vox y Cs a concentrarse en Colón, pero no porque lo hayan concertado como hasta cierto punto sucedió en la anterior cita en Madrid, sino porque los convoca una Unión 78 que de nuevo es el impulso activista de los consabidos Díez y Savater y otros como ellos -esto es: la Izquierda (o el PSOE que pudiere ser algún día) “constitucionalista”-.

Y entonces, ¿ya va a servir para algo? Esto es: ¿saldrá articulada de semejante encuentro una alternativa con una estrategia clara para echar a Sánchez y su camarilla del Poder? Obviamente, se busca relanzar la contestación contra el Ejecutivo que pareció suspenderse después de las dos citas electorales consecutivas de 2019, pero ¿qué se sigue de ello?

Escribí en su momento a cuenta del acto de Colón que las manifestaciones de domingo servían básicamente para exhibir músculo político, como genuina demostración de fuerza y poder político por parte de una oposición en funciones de alternativa al Gobierno; pero bastó la convocatoria de elecciones para que Casado, el primero, y Rivera y Abascal después fuesen única y exclusivamente a lo suyo.

Las consecuencias quedaron patentes apenas medio año después de «la foto de Colón», pero ahora que el papel que puede jugar Cs es nimio, convendría al menos que de esta nueva reunión en la Capital que espero que sea masiva surgiera el “espíritu de concordia” que tanto reivindican los autoproclamados “constitucionalistas” y que el Dr. Sánchez no ha dudado en tergiversar -para variar- y en apropiarse para sus espurios fines.

A fin de cuentas, Savater ya apadrinó en su día la entente Redondo Terreros-Mayor Oreja (precisamente Redondo y Oreja, nada menos), como María San Gil puede ser reivindicada por PP y Vox aunque no haya querido proseguir su carrera en ninguno de ambos, puede que para acabar convocando a un acto el próximo 13 de junio al que debieran ir de la mano Casado y Abascal.

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