Sánchez quiere quedarse para siempre

…pero para ello debe sopesar si le conviene un adelanto electoral, lo que no es una decisión fácil en este momento de profusión de datos, promesas de reforma, avisos de la UE, recomposición interna de sus socios en el Gobierno, incertidumbre de las finanzas públicas, precariedad del suministro energético a cuenta en parte de antiguas rivalidades geoestratégicas…

Obviamente, el Doctor puede seguir actuando como si nada de lo que pasara en España o en el resto del mundo fuese con él, volcado como está el hombre en auspiciar “el Cambio” a nivel global, en todos los órdenes, de arriba abajo, mientras se pasea en Falcon siempre que puede para preservar la imagen que tiene de las personas reales, allá abajo, tan pequeñitas.

Otra cosa es que la Realidad le deje plantado cualquiera de estos días, o sus mentados socios podemitas en dura pugna por disgregarse en decenas de marcas con sus coloristas lidercillos, o la gente rara y siniestra de ERC, a su vez en perpetua guerra de desgaste con sus aliados separatistas al par que enemigos feroces por el negociado de la Generalidad, o el mismo y taimado PNV cuando la ocasión así lo demande.

Con estas bazas, mal que bien, ha ido tirando Sánchez toda la exigua legislatura y parte de los años precedentes a partir de la moción de censura contra Rajoy, y aspira de hecho a continuar con los mismos socios que imposibilitan el Gobierno aunque se les contente con el Reparto del Saqueo. Parece labor de equilibrista, pero ya saludé como “transformista” el extraño pacto PSOE-Podemos para arramblar con el Poder; un pacto nacido de la pura y urgente necesidad.

Ahora bien, sean cuando sean las elecciones, todo el variopinto entramado que sustenta al Ejecutivo del Doctor deberá deshacerse y acudir al encontronazo fácil para hacer ver a sus respectivos electorados y bases que el PSOE no les tiene cogido por los bajos, sino que es al revés. Y la cuestión entonces es cuándo se producirá esa artificiosa ruptura del Frente que apoya a Sánchez y le permite gobernar, si durante una votación presupuestaria o en cualquier otro momento.

Hasta entonces, sólo queda esperar por si alguien cabal queda en el PP con suficiente autoridad como para enmendar a Casado de su yerro esencial, que es pretenderse alternativa en solitario al otro supuesto “partido de Estado” (el PSOE, ¡ja!) en vez de asumir de una vez por todas que el Bipartidismo está felizmente enterrado, entre otras cosas porque el PSOE no desea alternarse en el Poder con ningún otro partido de ámbito nacional.

Definitivamente, la Oposición tampoco parece tener las ideas muy claras, ni la estrategia ni puede que, en el caso del PP, el discurso, cuando viene de hecho de negociar entre bambalinas la designación de una serie de cargos institucionales que vuelve a dejar en agua de borrajas sus promesas todas de “regeneración democrática”, precisamente en el peor momento posible para ello.

Lo cierto es que el PP vuelve a parecer un partido poco fiable para gran parte del electorado de la Derecha, pero tampoco Vox da la impresión de ser del todo capaz de imponer un liderazgo propio y distinto como alternativa al Frente de la Izquierda, así que la inminencia o no de las elecciones no altera sustancialmente el hecho de que Sánchez quiere quedarse para siempre en el Poder, y Casado y Abascal siguen sin hacer la suficiente mella en las pretensiones del Doctor.

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Atrapados en “un tiempo nuevo” permanente

…por lo menos desde 2004, los españoles no parecemos querer superar el actual marco de relaciones anquilosadas entre partidos, gran empresa, sindicatos, lobis varios de presión… y los propios ciudadanos, quienes como Caín están dispuestos a vender su primogenitura democrática -¿a quién cabe atribuir la Soberanía Nacional?- por un plato de lentejas que no sólo carece de sacramentos (como en un menú escolar cualquiera), sino que apenas tiene lentejas.

A cambio, el Gobierno Sánchez (gafe, nefasto, horribilis) ofrece récords de gasto público en los Presupuestos, precisamente en el momento de mayor endeudamiento público de la historia de España, con todos los indicadores económicos lanzando avisos preocupantes desde hace ya años -paro crónico y juvenil, inflación, encarecimiento de la energía y de la vivienda, insostenibilidad de las pensiones- sin que ello no parezca preocupar más que a una minoría.

Por el contrario, la ruina de la administración catalana asumida por el Gobierno sin ponerles límites a los que la han provocado, más la extensión de la política degradante (característica de la Generalidad y aledaños desde hace décadas) al conjunto de la Nación, sólo puede deparar un futuro a medio plazo, más que incierto, de pura carestía por falta de inversión, de empleo, de oportunidades reales de medro y progreso para la mayoría de los españoles.

Con los medios de comunicación y la Universidad sometidos al Poder político y económico, ante el que se arrastra miserablemente “el mundo de la Cultura” -y servilmente, además, cuando se trata de un Poder “repartidor” que patrimonializa la Izquierda-, los ciudadanos tienen difícil expresar su descontento porque se han quedado sin intermediarios -partidos, sindicatos, asociaciones empresariales, medios, universidades…-, todos en obscena coyunda como receptores netos de fondos públicos.

Con unas élites tan frívolas como nihilistas, que tanto parecen despreciar a “la gente” o Pueblo Español que es verdadero titular de la Soberanía -no Sánchez, ni el Parlamento ni el Rey-, todavía hay quienes motejan de “populismo” el más mínimo y tímido gesto de regeneración democrática, que nunca fue lo de Podemos sino lo de UPyD, Cs y, ahora mismo, lo de Vox, mientras el PP pareció renunciar de entrada a ello ya en tiempos de Aznar, pactando con el principal corruptor patrio Jordi Pujol mientras decidía “pasar página” a los años criminales del PSOE felipista.

Con un sistema educativo orientado a la liquidación del esfuerzo y de la misma transmisión de conocimientos, los partidos y demás acólitos mencionados del establishment se disponen, una vez más, a practicar el Saqueo Institucionalizado que les ha procurado la hegemonía total sobre la sociedad española sin apenas oposición intelectual, básicamente mediante el recurso al Soborno Público y gracias al control cada vez mayor sobre todo tipo de información crítica fiable.

Lo llamarán “tiempo nuevo” o “nueva normalidad” aprovechando que parece remitir la epidemia de coronavirus, pero aparenta más bien tratarse de los últimos días del mundo conocido y no por los ardores apocalípticos de los agendados para 2030 y 2050, sino porque cuesta imaginar que puedan mantenerse en el Poder los gobernantes más inútiles y delirantes que ha conocido España en su larguísima historia.

Hasta que los echemos, sin embargo, van a aprovechar para llevarse hasta los ceniceros -como han hecho siempre en el pasado-, sobre si todo si el PP se dedica hasta 2023 a deshojar la margarita de si gobernará con Vox o no si con éstos les dieran los números… Cuando para nada debiera ser ésta la cuestión, sino qué están dispuestos a cambiar una vez que alcancen (si lo alcanzan) el Gobierno.

Para más de lo mismo, no acabarán de tener ya más el apoyo electoral suficiente, precisamente porque ahora existe Vox para denunciar su inacción -y ésta es, sin duda, la mayor virtud del partido de Abascal-. A ver si son capaces de asumirlo de una vez y actuar en consecuencia.

Aburre tanto lo de Cataluña

…que al lector de periódicos le da a estas alturas por pinzar las páginas diarias dedicadas al asunto, donde salen todos esos tipos feos y vulgares -Aragonès o Borràs, Puigdemont o Puigneró, Jordi tal o Jordi para cual, Junqueras et al-, y pasarlas en conjunto para seguir con la realidad de la actualidad diaria en vez de con los disparates artificiosos de los saqueadores separatistas.

La cuestión al cabo es que esta gente que tanto pretende pintar no tiene un chavo propio que gastarse en nada, que malvive financiada por el Gobierno (éste como el anterior) desde la quiebra de la comunidad autónoma catalana en 2012 -con el sinvergüenza Artur(o) Mas al frente de la Generalidad, testaferro de Pujol con herencia también dudosa pero no en Andorra, sino en Liechtenstein-.

Basta por tanto con cortarles el grifo, ¡pero a todos! Pues políticos, jerarcas empresariales -de la Banca a la Edición de libros y prensa, del “mundo de la Cultura” a las asociaciones y plataformas relacionadas con las causas “de género”, ecologistas, antirracistas…-, avisados del ámbito privado (conseguidores) y público (subvenciones) se trate de sindicatos, universidades, autónomos (pocos) y comerciantes (casi ninguno), todos, como digo, viven del Soborno Institucionalizado.

La respuesta a los permanentes desmanes de la clase dirigente de Cataluña y a las decenas de miles de parásitos que financia -dentro y, por cierto, también fuera de la región- no puede consistir en consecuencia más que en la suspensión de la autonomía, el cierre de todos los medios públicos y la liquidación de cualquier tipo de ayuda a los privados, la intervención de los claustros universitarios para su regeneración democrática, etc.

Todo lo contrario a lo que propusieron ante la crisis de 2017 los partidos Ciudadanos y PSOE, con el acongojado PP de Mariano Rajoy en el Gobierno absolutamente paralizado ante los acontecimientos contundentes que deparó la realidad del 1 de octubre, pese a que los hechos más graves sucedieron a principios de septiembre y ni entonces fueron capaces de responder conjunta y rotundamente los tres partidos citados.

No son en cualquier caso futuribles que se me ocurre imaginar aprovechando que es domingo, sino el programa estricto que deberá desarrollar el nuevo Gobierno que suceda al fatídico Dr.Sánchez, puesto que si algo se puede aseverar a estas alturas de la mala película del “proceso” es que NADA HA CAMBIADO desde el golpe de Estado perpetrado por el disfraz de la corrupta CiU (¿JxCat, PDeCAT?), ERC y CUP, formaciones todas ellas que han de ser ilegalizadas.

Uno comprende que a Pablo Casado (PP) se le puede hacer muy cuesta arriba cumplir las proclamas por las que alcanzó el cargo que actualmente ostenta en el PP; como se comprende asimismo que a Santiago Abascal (Vox), un recién llegado a la política actual -más por la bisoñez de muchos de los miembros de su partido que por su propia trayectoria-, le sobrevendría a buen seguro un ataque de “moderación” de verse finalmente en La Moncloa.

Pero los unos por los otros, los hotros por los hunos, lo único cierto es que La Alternativa a Sánchez no podrá, de querer ser vista como dicha “alternativa”, dejar las cosas como están en casi ningún ámbito, y menos que en ninguno en lo que refiere a Cataluña, región española desde hace más de 2.000 años que se ha convertido por el contrario en el mayor semillero de enemigos fanáticos de la Nación por el racismo de unos, la irresponsabilidad culpable y frívola de otros y las cesiones de mera conveniencia por parte de los de más allá (“¡Matrit!”).

Yo creo que ya va siendo hora de que se acabe esto, de que de una vez por todas cambie la situación -a ser posible a mejor, ¡pero que al menos algo cambie!-; porque “lo de Cataluña” ya sólo genera un aburrimiento infinito entre propios y extraños, sumado a la desconfianza, el resentimiento (que no la envidia ya, desde luego) y el creciente desprecio por todo lo catalán. No lo merecen nuestros compatriotas, tan reiteradamente abandonados por el Poder como en la CAV: ojalá así lo entiendan los llamados a liderar el cambio en toda España.

Tome Sánchez por la senda constitucional

…y es más que probable que muchos hayan de seguirle, si no la mayoría de los que vienen apoyándolo a excepción hecha de los separatistas y los izquierdistas retrasados (comunistas en sus varias tribus); pero qué duda cabe que sería apreciable que el presidente del Gobierno se ajustara a la Ley y dejara de injuriar todos los días a los principales poderes del Estado.

De hecho, no necesitamos someternos a los dictados de la Constitución quienes defendemos la igualdad de todos los españoles ante la Ley, si bien considerado no somos más que una minoría incordiona, por lo que lo de veras meritorio sería ver a un líder del PSOE en la presidencia del Gobierno acatando la Ley incluso después de haber sido expulsado del Poder.

Porque de nuevo con el PSOE con mando y plaza constatamos una vez más que ni saben ganar, ni mucho menos perder; que siempre que son reemplazados se refugian extramuros del sistema para preparar la próxima jugada -el próximo golpe- parapetados no ya detrás de la Ley que se disponen a socavar, sino de ese ente informe de relaciones públicas generado en los años del Poder.

En consecuencia no solamente se trata de que la Oposición a este corrupto y degradado estado de cosas pueda ganar unas elecciones, pues de lo que hablamos es del fortalecimiento de unas instituciones capaces de hacerse respetar por los ciudadanos -el Pueblo-, dignas por tanto de sobrevivir y susceptibles de poder encarar a cualquier arribista con ínfulas caudillistas, tal que nuestro Señor Presidente Pedro Sánchez.

Un peligro para la Nación en primer término, para el sistema democrático desde incluso antes, y por tanto para esa vaga acepción del Pueblo o la Nación que conocemos por “sociedad española” y que evidentemente no puede seguir existiendo si se produce la quiebra del Estado seguida de la desintegración nacional.

Ésa es la tarea insoslayable que urge emprender a la Oposición, que para empezar se reduce a PP y Vox -por si queda en el campo de los opositores a Sánchez alguna duda-, y pasa por el bloqueo de la acción del Ejecutivo en todos los frentes no menos que por la exhibición de una verdadera alternativa compartida por ambos partidos.

El tiempo repartirá razones entre unos y otros, pero desde ya conviene ir preparando el terreno de La Alternativa a Sánchez.

El Señor Presidente no tiene quien le tosa

…ni a Izquierda ni a Derecha -Él está por encima de esas desavenencias de temporada (o casual trendies)- porque Él-preside-el-país y así se retrata: en la portada de un diario que también parece presidir, ante la sede del Poder que detenta y de manera tan frenética padece (aunque tampoco mucho) ostentar a todas horas como con miedo a que se fuese a acabar.

No se le espere por el Congreso, ni se crean los periodistas de los medios -prácticamente todos sometidos al diktat de La Moncloa- que les vaya a contestar el Señor Presidente a cualquiera de sus preguntas, absurdas por lo demás en el punto en que nos encontramos salvo aquellas precisamente insidiosas, capaces de mudar el rostro pétreo del Señor Presidente en irascible rictus.

Y de reentrada en el curso Pablo Casado se le ofrece una vez más, le pone el cuello a la espada flamígera del Señor Presidente a cuenta de la reforma del “Poder judicial”, con la coartada habitual de llegar a “pactos de Estado” entre, se supone, “partidos de Estado” como el PP y ¡el PSOE de Sánchez! En rigor, ni PP ni PSOE debieran haber sobrevivido (con tales siglas, al menos) a 2014.

Así que de nuevo al contubernio establecido, a salvar los muebles de la ingente tropa política, funcionarial y “temporal” con ansias de hacerse con el cargo vitalicio; a repartir los fondos de la UE entre los gentlemen recurrentes del Ibex-35 y asociados (medios de comunicación, bufetes de abogados, consultorías de todo tipo y condición); a financiar las “políticas sociales” disparadas cuando no directamente disparatadas.

El Señor Presidente proveerá… hasta que el Estado quiebre. Pero qué cosa pueda ser ello, y por qué debiera inquietar a los españoles de hoy mismo aunque se trate de jubilados, no nos lo podrá explicar ese fino analista político que vicepresidió hasta hace poco lo del Señor Presidente, dado que dejó sentado para los restos que “un Estado no puede quebrar”.

Menudo panorama, todavía.

Rechazo de las leyes de reclutamiento

…es lo que cabría mostrar, al ritmo de los Pogues, si por las venas de los españoles corriera algo más que los restos de antiviruses, ansiolíticos, somníferos y posos de alcohol y resto de drogas duras (legales e ilegales) que nos vamos administrando día a día para poder transcurrir en este tiempo de Sánchez y compañía.

Y a despecho de que el protoCaudillo pretenda uniformarnos, con la falsa promesa añadida de que él en persona acaudillará las huestes de la Nueva Solidaridad Socialista, lo cierto es que como un Luis Enrique esquizoide podría provocar exactamente el efecto contrario como reacción en cadena de todo lo que en verdad se opone a sus designios megalómanos.

Pues no me imagino desfilando con marcialidad a todos aquellos que han hecho del disimulo y la discreción -“ahora no toca”, “es mejor dejar las cosas tranquilas”-, o del confort más bien precario y del bienestar fingido -“si digo lo que sé me la juego”, “es que yo tengo familia”-, las bases todas de este sistema de silencios cómplices y cobardías bien remuneradas.

Ni siquiera apetece ya dar más nombres: al final sabrá cada uno qué le reclama su conciencia; pero lo cierto es que entre los que carecen de tal -como el primer psicópata del país, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y su adicto Iván Redondo, carente asimismo de escrúpulos de cualquier índole- y los puramente inconscientes de la situación…

“Españoles, la Patria está en peligro: corred a salvarla”, alertaba el afamado bando del alcalde de Móstoles en aquel Mayo Español en que verdaderamente fue la Nación la que se levantó contra el Invasor, y no sólo contra él -que también hubieron de guardarse las élites de la furia popular, de la gente, de los españoles de a pie… hasta que se reunieron de nuevo con ellos-.

Hoy la épica no pasa por sus mejores momentos, pero algo más que la Ayusada y sus tímidas consecuencias posteriores va a hacer falta para galvanizar una vez más a todas esas bases fecundas de la Nación Española que tan sólo están esperando -como en aquel 3 de octubre de 2017 con el discurso del Rey, ahora en apariencia tan remoto- un liderazgo firme y arrojado contra sus enemigos.

La hora es clara, las caretas ya cayeron mucho antes que las mascarillas -con la llegada de Zapatero al Poder en 2004 y su asunción de un “proyecto nuevo” para España, que pasaba por el Tinell y el negociado con la ETA; o lo que es lo mismo: por la exclusión del PP del nuevo régimen que iba a buscar legitimación en la fraudulenta victoria electoral del Frente Popular en 1936-.

El PSOE vuelve otra vez a las andadas prácticamente con los mismos aliados o “compañeros de viaje” que entonces -comunistas y “antisistema” (antaño anarquistas), ERC, PNV… Se trata de esa eterna Guerra Civil que no aceptan perder no ya en el pasado histórico, dado que efectivamente la perdieron, sino en “el Futuro”, último mantra y refugio de absolución para esta escuela de canallas.

No deberán extrañar entonces, de lograr sus propósitos la siniestra entente que nos desgobierna, las manifestaciones masivas de encuadramiento patriótico a lo chino -amenazan, a fin de cuentas, con “requisas de bienes” en la inconstitucional nueva Ley de Seguridad Nacional- a las que concurrirán encandilados nuestros profes de madrasa universitaria, los activos y pasivos del entramado LGQTvoyacontar, y demás caterva parasitaria.

Y al fin puede que todos tengamos lo que en verdad nos merecemos por nuestra pasividad de lustros, impostada o resignada, que tan bien hemos sabido conciliar con un mero nivel de vida poco exigente con cualquier deber cívico o patriótico, pero muy cómoda al fin de poder disponer de horas sin cuento para los consiguientes atracones de series de TV.

Un reciente plebiscito de la Casta

…llevó a los catalanes –a una buena parte de ellos- a votar en urnas de cartón y sin ningún tipo de registro censal ante la estupefacta mirada de todos (es un decir) los demócratas del mundo, y me remonto a tiempos anteriores a la proclamación-farsa de Independencia de septiembre de 2017.

Y es que ha transcurrido casi una década de vulneración sistemática de la Ley por parte de las autoridades del Estado… en Cataluña; ¿un autogolpe sistemático? ¡En parte sí! Ahí seguro que podemos recordar a Mas escapando en helicóptero del Parlament asediado por las turbas fanatizadas (en no menor medida que subvencionadas) por la misma Generalitat…

Una chusma, digamos, tan okupa como dependiente, tan parasitaria como demente, violenta y contradictoria en sus fines pueda resultar la carne de cañón o “masa crítica” que el separatismo fomentado por esas (presuntas) élites barcelonesas necesita para satisfacer sus voraces ansias de hegemonía y poder político, cultural, mediático y, fundamentalmente, económico; ¡pero siempre a cuenta del BOE!

Ciertamente, han hecho depender durante más de siglo y medio toda solución de continuidad histórica de la Nación Española de sus mezquinas, codiciosas pretensiones; como si una “voluntad de poder” insaciable guiara su “pensamiento”, su acción toda en pos de arrancar de una vez por todas la mancha eterna de “lo español” de la pureza pretendida de “lo catalán”.

Luego tenemos a los untuosos «empresarios» de siempre, como si son «Grandes de España» o «hereus» de fortunas fruto de la especulación protegida por el Poder, cuando no directamente producto del Saqueo Institucionalizado, fungiendo de almas cándidas que abogan -siempre templados sin ser capaces de templanza alguna a la hora cruda de la verdad- por «el diálogo», «la moderación», «la cesión por ambas partes» y demás catálogo justificador de primorriverismos, conllevancias, pujolismos o directísimos (¡obviamente «unilaterales»!) golpes de Estado contra la Ley y el Común.

Y mientras se suceden esos patéticos juegos de manos televisados entre los diversos figurones y subalternos del Poder en torno a la mera cuestión de los indultos a los golpistas, se advierte ya por todas partes ese aroma a crisantemos tan propio del mal llamado “proceso de paz” con ETA; sólo que ahora es toda España (y no sólo la sociedad vasca) la que apesta a cementerio.

Se trata de la Unidad de España

…como única garante de que -premisa sin la cual no– la Soberanía Nacional existe, esto es: los españoles conformamos el único e indivisible sujeto decisorio sobre el territorio nacional, constituimos el Estado nacional por decisión propia e irreversible, democráticamente… aunque ciertamente no sea así más que sobre el papel (“el papel del 78”), pues que antes de todos nuestros arbitrios y decisiones ya existía no sólo España sino el mismo Estado español, y no precisamente por consenso democrático “de todos” o de “los libres e iguales”.

Por eso rechina tanto el discurso de “la defensa del orden constitucional” practicada por los “constitucionalistas” pata negra con cualquier motivo, como en el caso de los ilegales indultos a los golpistas catalanistas, cuando en rigor el germen de todo separatismo y disgregación de la Soberanía Nacional halla su acomodo en la Constitución del 78 y sus posteriores desarrollos y desarreglos, algo tan patente ahora como entonces, como prueba que todavía se tratase de enmendar el yerro con la LOAPA.

No hubo tal, Pujol mediante y la voluntad tal vez abúlica de un Rey que ya comenzaba a relajar costumbres, dignidad y bragueta a partes iguales, siendo el gran valedor o justificante último de la corrupción sistemática que imprimieron a aquel “régimen constitucional del 78” los Felipe González, Pujol, Arzallus… No hubo tal y, desde entonces, con el leve paréntesis de las legislaturas de Aznar, nos han/hemos encaminado al sinsentido último a que nos abocaba de primeras el redactado nefando de una Ley nunca acabada de interpretar del todo.

Corrupciones todas ellas de largo alcance cuyos últimos coletazos despiden por el espacio público casos de golpismo separatista, evasión fiscal al por mayor, prebendas para condenados por terrorismo, censura de medios públicos y privados, coerción sistemática en centros educativos y universidades, connivencia de los gestores de intereses privados con los dadores del Poder y, en definitiva, todo un espeso manto de compra de voluntades a través de una estrategia de dominio hegemónico que nos ha deparado la España que vivimos hoy.  

Contra todo este estado de cosas haría mucha falta un decente e innovador Partido de Izquierda Nacional, dado que al menos ahora podemos afirmar que contamos con un genuino Partido de Derecha Nacional (Vox), pero hace mucho ya que el nicho electoral o “la ventana de oportunidad” se halla abierto/abierta, de par en par. ¿Ha de servir lo de Colón para la debida conformación de dicha alternativa?

Aprovechando este tiempo de recogimiento

…y reflexión de la Semana Santa, uno echa la vista atrás -no mucho atrás tampoco, sólo lo justo y necesario- y se encuentra con algunas respuestas a las graves cuestiones de nuestro tiempo (ésas que parecen difuminadas u ocultadas por el patético bombardeo por TV de cotilleo, sexo basura y fútbol) que vienen a señalar lo que debiera ser evidente por sí mismo a la vista de todos: este Gobierno es culpable, y deben pagar por ello Sánchez y varios de sus ministros.

Así que un año y más de cienmil muertos después -que se dice pronto, aunque los muertos no se cuentan tan rápidamente- tenemos al chulo Dr.Sánchez “El Guapo”, el plagiario, mentiroso y psicopático presunto presidente del Gobierno-simulacro que padecemos los españoles, dispuesto a infringir sus propias leyes para irse de vacaciones como si no hubiera (ciertamente) un mañana, como ya hiciera en verano en lo peor de la “segunda ola” de la pandemia de Covid19.

Entonces decidió -o lo hizo por él el primer pelota del Reino, un tal Redondo- que la culpa sería transferida a los ciudadanos y la responsabilidad a los gobiernos de las comunidades autónomas, elevándose por descontado a sí mismo a una Presidencia irreal de la España republicana y federal que jamás vieron los siglos, todo para significar su poder omnímodo y al par su inocencia irresponsable hasta el final, ¡contradicción insoluble! Todo al cabo para dejar al descubierto involuntariamente la maltrecha situación de este improbable régimen democrático.

No puede ser que el responsable por imprevisión, negligencia y corrupción junto a sus Illa y Simón, Ábalos, Marlaska e Iglesias -que no han hecho otra cosa que mentir, difamar, vetar, perseguir, reprimir, malversar y finalmente abandonar el campo desolado lleno de cadáveres, hogares desintegrados y familias en la ruina-, se vayan de rositas por la cobardía extrema de unos togados serviles, prevaricadores, pagados de sí mismos… que están abonando el desprestigio de la Administración de Justicia hasta niveles africanos.

Los ciudadanos de a pie, que no somos la chusma estúpida que pastorea Iglesias, ni la hez abotargada moral y físicamente que vota PSOE como quien llena el buche de langostinos -antes eran gachas, fíjense en un Ábalos de la vida-, comenzamos a sentir un hartazgo tal que no será ya fácil convencernos de que Sánchez trabaja por otra cosa que no sea mantenerse en el Poder (con su mujer, sus coleguitos del Cole y los adictos de ocasión) así arda el mismo Infierno.

Y, buena es esta hora más que cualquier otra posterior, será cuestión de comenzar a alimentar las fogatas para cuando ese tiempo necesario y purificador se presente: será tal vez en las fallas valencianas de 2022, pero será. Sánchez arderá en efigie junto a varios de los más conspicuos representantes de su Gobierno (ya citados), y esperemos que sea conclusión o al menos preludio de lo que les espera a todos ellos de aquí a muy poco, cuando las urnas hablen precisamente para sofocar los incendios en las calles.

El resentimiento es mutuo

…entre la clase política española y la ciudadanía, sobre todo a partir de la profunda crisis económica mundial de 2007-8, crisis de la que no hemos llegado a recuperarnos los españoles -ni otros países de la UE- ni en tiempos de Rajoy con los indicadores más optimistas y las perspectivas más halagüeñas.

Con el mal fario del Gobierno Sánchez-Iglesias a las puertas de una pandemia que ha acabado por arrasar lo que quedaba estable y próspero -el sector terciario en general, el vinculado a servicios turísticos al extranjero en particular; más la hostelería-, las perspectivas actuales para la sociedad española parecen directamente cegadas.

Pese a todo, las maniobras del pérfido caudillo de Podemos no lograrán ocultar la estrecha relación de sus socios del PSOE sanchista en el Ejecutivo de España con el Madurato venezolano -de tal forma que de allí llegaron unas cuarenta maletas traídas por una jerifalta del régimen matarife que tiene prohibido pisar suelo de la UE, ¿dónde están ahora, Ábalos?-.

Lo que necesariamente ha de redundar en un mayor celo por parte de las autoridades competentes de las que depende librar los fondos europeos para reanimar la exhausta economía nacional, fundamentalmente la de pymes y autónomos, mientras el Ejecutivo PSOE-Podemos pretende arruinarlos para hacerlos dependientes de su Poder.

Hasta ahora -desde la caída de Zapatero a la de Rajoy-, bastaba al PSOE y sus agitadores de la Extrema avivar ese indeleble resentimiento popular contra la Derecha (“los fachas”, “los ricos”) en las calles, las redacciones y los platós, quedando vacíos para la protesta una vez los suyos alcanzaban el Poder (ante el remanso de buen rollo e indudable progresismo a fuer de subvención).

Pero en el momento en que se quiebra de manera general la confianza en la clase política, en sus prácticas habituales y en los modos que tienen sus miembros de relacionarse -reducido todo de pronto a tejemanejes de corrupción política y económica, entreverados con ambiciosos afanes o vanidades delirantes-, todo torna a volverse incierto… electoralmente.

A su vez, también los políticos parecen haber perdido el respeto por las formas democráticas, no ya respecto a los adversarios partidistas: respecto a los mismos electores. Y es que hace mucho en verdad que recurren a sondeos y estadísticas, que prefieren a comunicarse directamente con sus bases y los posibles votantes en general -aquéllos por lo visto dicen siempre la verdad, cuando éstos se dedican a hacer preguntas y a demandar explicaciones-.

Es el triunfo de la vídeopolítica o política/dictadura de la Imagen, socavada únicamente por el masivo y deletéreo abuso de las redes sociales por parte del común y, paradójicamente, por la manipulación perpetrada en ellas de continuo por los propios agentes que sirven al establishment de lo políticamente correcto para la estabulación social.

Definitivamente enrocados en sus comités a puerta cerrada y sus ejecutivas blindadas contra la crítica de propios y ajenos, los partidos españoles que aún se mantienen sobre la lona parecen destinados a lanzar golpes a diestro y siniestro por si alguno suelto lograra noquear al adversario, cuando el peor adversario es ahora el público que abuchea a ambos -así la TVE (o Atresmedia o Mediaset) quite el sonido o vaya a fundido en negro-.

Al menos ya se comienza a conocer los nombres de los principales valedores del Saqueo -Mediapro, Abengoa, Duro Felguera, Globalia…- así como el tipo de aviones (compañía Air Plus Ultra) en que habrán de salir algunos con sus maletas rumbo al Caribe y más allá cualquier día de estos, casi de manera inopinada, por una serie de condenas judiciales en cadena. A ver.