El PP es el que más ha blanqueado al PSOE

…después de casi década y media de corrupción ininterrumpida -despilfarro de nuevos ricos y saqueo al por mayor de las cuentas públicas-, cuando el crimen de Estado se instaló en la cúpula del Poder (GAL) y, pese a todo ello, el presidente Aznar que ganó las elecciones con la promesa de la “regeneración democrática” decidió “pasar página” del Felipismo.

Cierto que ya por entonces se podía sospechar que “felipismo” o “felipato” no eran sino otros nombres del Saqueo Institucional coronado por el jefe del Estado, primer comisionista del Reino y máximo responsable del marco generalizado de impunidad en que comenzaron a actuar desde principios de los 80 partidos como PSOE, CiU o PNV.

Hasta tal punto, que lo que se presumía como alternativa a este régimen de corrupción debió parecerles una amenaza tan directa que hubo que desactivarla por las bravas -y si llega a hacer falta, hunden otro Prestige-. Pues a la muerte de Franco, los que estaban en el machito, más los arribistas de la hora, decidieron emplear toda su energía en hacerse inmensamente ricos.

De telón de fondo, o más bien de telón que tapaba todo lo demás, siempre estuvo la ETA con su insidioso terrorismo, cuando en rigor como banda criminal no debía haber sobrevivido al Franquismo y, como movimiento, jamás debió haber gozado de semejante prestigio mediático, repercusión social y relevancia política.

Pero después de cuatro décadas de mentiras sobre éste y otros asuntos, resulta que todo tiene que ver con el reparto de la tarta, que los socialistas y las bandas, facciones y resto de partidas que componen el panorama político actual en la Izquierda creen francamente que es una tarta mágica, pues se divide en cinco o seis partes y hay nueve o diez que reciben un pedazo similar.

Algún día se enterarán los españoles de cómo funciona exactamente El Reparto, y conocerán tal vez entonces las consecuencias de semejante engaño; ello, si no se los ha llevado por delante la esperable quiebra del mal llamado “Estado del Bienestar”. Pues no es necesario ser un sesudo economista para comprobar hasta qué punto el Socialismo nos empobrece día a día.

Los gobiernos de Aznar querían hacerlo bien, seguro; pero se limitaron a parchear los enormes agujeros de la Administración por los que llevan 40 años manando millones de euros en formato coima, mordida, peaje, “pellón” o fondos reservados. Una sangría con su efecto correlativo en desindustrialización, falta de formación, paro y peores servicios públicos.

Mas si ya resulta lamentable que un país como España, que debiera figurar entre las diez primeras potencias del mundo, padezca semejante situación de atraso por culpa de unas élites tan mediocres como mezquinas, lo peor es que ni siquiera cunde en éstas un mínimo espíritu de patriotismo, lo que viene a significar que les da igual vender a plazos la Nación y el territorio.

De lo primero es representativo un Mariano Rajoy que decidió, un tanto a la manera aznarista, hacer “tabula rasa” de los años perversos del Zapaterismo para entregarse, puro en ristre, a la cómoda gestión del Poder, pensando en que las cosas se suceden y solucionan por sí mismas; hasta que fue desalojado fraudulentamente y a traición de La Moncloa.

De lo segundo son máximos responsables los que, viniendo en conjunto del anterior régimen, decidieron representar en el presente una especie de rol neofeudalista, acarlistado, aunque siempre de carácter más hostil hacia la Derecha española que hacia la Izquierda, aliada en el diseño de la nueva división del Poder.

Hoy la Casta de los dirigentes políticos, mediáticos y empresariales más importantes del país es más traidora si cabe que la de la España que fue invadida por Napoleón. Porque nada importa a los miembros de esta chusma de altos vuelos que no sea incrementar su patrimonio, aunque a veces parezca que se ofenden incluso si se les recuerda que no tienen honor, ni verdad, ni futuro.   

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Sánchez encabeza la sedición

…contra las instituciones todas del Estado prácticamente desde el día en que se aupó al Poder a través de la fraudulenta moción de censura contra Rajoy y de la mano de quienes lo hizo: un partido netamente alineado con las dictaduras bolivarianas de Hispanoamérica como Podemos, más Bildu-ETA y ERC, Junts -estos dos últimos partidos implicados desde la cúpula a las bases en el proceso separatista que fue parcialmente abortado en octubre de 2017- y el PNV. O sea, todos los mejores amigos de España y de los españoles, de sus leyes y libertades.

No es por tanto nuevo lo que pretende El Señor Presidente, porque es lo que ha pretendido el PSOE de toda la vida (en el 23 como en el 34, en el 81 como en 2004): la liquidación irreversible de cualquier oposición a su régimen particular, donde el PSOE y la UGT son hegemónicos y, más allá de esto, inmunes frente a cualquier tipo de responsabilidad por sus numerosos quebrantos de la Hacienda Pública y de las particulares, por su habitual recurso a las algaradas y a la violencia directa, desde el mismo Estado o desde la puta calle.

Una impunidad necesaria, pues, no sólo para los golpistas separatistas, o para los criminales de ETA reconvertidos en pacíficos activistas por “la Paz”, sino para las decenas, si no es que se trata de cientos y de miles, de cargos y simpatizantes de este Socialismo ramplón hasta en su manera de saquear al contribuyente, véanse los distintos apartados del caso de los ERE -verdadera y necesaria causa general contra el PSOE y la UGT- o los escandalosos contratos de compra de mascarillas por parte del Ministerio de Sanidad de Salvador Illa en el momento más grave de la pandemia de coronavirus.

Ante semejantes desmanes, coreografiados con firmeza por el Doctor No, la Oposición continúa su errático viaje hacia la nada, en el caso del PP ahora de Feijóo, o la irrelevancia, caso de un partido como Vox cuyos dirigentes parecen incapaces de articular una organización moderna y dinámica que ofrezca batalla todos los días del año. Obviamente, el principal problema lo tiene el PP, que es tanto como afirmar que la Derecha tiene un problema con el PP, cuyos cuadros fuera de Madrid presentan tantas veces esa mezcla de indolencia y cobardía tan característica del Rajoyato, pero presente aún antes.

Con estas cartas, todas marcadas por las reglas de juego que estableció Zapatero ante la indolencia precisamente de los Rajoy, Soraya y Montoro, la Oposición no puede hacer otra cosa que presentar una alternativa radical, en clave nacional, a todo un período convulso de la historia reciente de España que abarca al menos desde el 11 de marzo de 2004 a nuestros días. Pues existe ahora, como no se daba a principios de siglo, la suficiente masa crítica entre los españoles para poner fin de una vez por todas a este proceso de disgregación y degradación democrática.

Tal vez de lo que carecemos todavía es de partidos nuevos a izquierda y derecha que resulten tan atractivos como eficaces; aunque más importante, y condición puede que insoslayable para su creación y desarrollo, sería determinar de antemano un nuevo sistema de representación en sustitución del actual. Hasta entonces, la pregunta más recurrente a la Oposición debe ser la misma: ¿a qué esperan PP y Vox para desalojar a Sánchez de La Moncloa lo antes posible? Igual es que no son capaces de calibrar la dimensión del desafío, o bien no saben cómo reaccionar al mismo; en ambos casos, se corroboraría la tesis con que abría este párrafo.

Sin entusiasmo no hay afición

…y cada año que pasa resulta más difícil creer que el PP pueda ser considerado algo así como una alternativa al régimen que el PSOE desea imponer a todos los españoles desde el primer día que se fundó. Lo del reparto de los jueces no es noticia, como tampoco el de los medios o el de los consejos de administración de las grandes empresas públicas y privadas, pero es que tampoco es nuevo el entreguismo del PP a los postulados, al marco mental, del PSOE de ahora y del PSOE de siempre.

Es cierto también que “el signo de los tiempos” parece ser el de la burda socialdemocracia que rige los destinos de la UE, al borde de la desintegración, con su inabarcable hipocresía de inmensamente ricos estipulando una y mil regulaciones para hacernos a todos más pobres, a lo que llaman progreso y pintan de verde, de morado y rosa y arcoíris, cuando no son capaces de defender las fronteras ante la masiva inmigración ilegal ni de hacerse respetar ante los acostumbrados matones internacionales que la promueven. ¿Este es el modelo del PP?

De la Educación a la Economía, de la Administración de Justicia al Sistema de Protección Social, nuestros socialistas siempre escogerán el peor modelo, de modo que después de confundirlo y arruinarlo todo se erigirán empero como los salvadores de la situación, “los hombres del nuevo tiempo” nacido de las ruinas del anterior, el que era nuestro por derecho. Ahora que se celebran 40 años de Socialismo rampante, que ha conducido a los españoles a uno de los puntos más críticos de su historia, ya no se quiere recordar ni lo que pasó en 2017 ni en 2004.

Atrapados por la plenitud de la mentira ideológica en la que transcurre la vida política española desde hace lustros, resulta que la Historia de España de la que nos salvó Felipe y su cuadrilla de cuatreros se reduce a dos días: el 18 de julio de 1936 y el 23 de febrero de 1981. Acabáramos. Luego resulta que los dos abuelos de Zapatero lucharon con el bando nacional y que González era el vicepresidente en el “gobierno de concentración” de Armada y el señor X de los GAL, pero qué más da. A fin de cuentas, Sánchez ha vendido el Sáhara de saldo, ¿y qué?

Quiero decir que Feijóo va a tener que elevar algo el tono de la crítica a este estado de cosas, no menos que el tímido Santiago Abascal cuyos misteriosos silenciosos no hacen al caso como los de Quintero el Loco, que en paz descanse. Aunque ya sabía Hamlet que, rodeado de traidores por todas partes, hacerse el loco podía ser el único medio de salvar la vida y, con ella, la posibilidad de su proyectada venganza. A toda esta gente le falta un poco de arte, me da a mí.

Hacia la Democracia Orgánica

…y el Gobierno Corporativo -es decir, el Fascismo- nos encamina el Doctor Sánchez como caudillo de “este tiempo nuevo”, ansioso de controlar el CGPJ como de utilizar el TC para continuar con la liquidación del presente régimen, del Estado constitucional y de la misma Soberanía Nacional, motivo fundamental por el que debiera ser juzgado como traidor de lesa patria. “Lo justo es lo que es justo para Alemania”, que dijo Hitler -que podría decir Putin respecto a Rusia- y que podría decir Sánchez respecto a su persona, a falta de un mínimo de patriotismo.

Pero buena parte de las sociedades occidentales respiran un aire similar, con unas castas políticas enfeudadas a las oligarquías mediático-financieras, a su vez entregada a las coimas públicas que les brindan nuestros gobernantes, mientras se acusa de “populismo” a los que critican semejante diversión de la gestión política hacia el mero Saqueo Institucionalizado con las coartadas dispares de “la lucha contra el cambio climático” o “la lucha contra Putin”.

Nuestras sociedades ya no parecen democráticas porque hace tiempo que entregaron sus libertades a cambio de la protección mafiosa de los gestores “del Bienestar”, que harto aburridos de su vida muelle gracias al soborno de las masas han invertido sus mayores esfuerzos a la caída del Muro en expandir sus intereses y negociados por todo el globo, de ahí que China roce la hegemonía mundial mientras Putin aspirar a recuperar la de la URSS.

¿Qué tienen enfrente estos dos colosos? Unas dirigencias cada vez más desconectadas de sus gobernados, a su vez cada vez menos implicados en las cuestiones públicas que les atañen por culpa del bombardeo masivo de imágenes irrelevantes y falsos discursos, aparte de por una molicie estimulada desde el Poder con su ideología sustitutiva de las religiones tradicionales, ese Socialismo pedestre que se impone a todos por cobardía y mera falta de educación política.

Ahora bien, la onerosa factura del cambalache la pagamos los ciudadanos con sociedades cada vez más asustadas, incapaces de compromiso, de asumir riesgos o de cumplir con los más elementales de sus deberes, lo que sólo puede degenerar en más paro, mayor empobrecimiento general, crisis demográfica y definitiva quiebra del Estado asistencial: véanse los casos de Venezuela y Argentina, donde el exilio masivo sustituye a la baja natalidad de los países europeos como factor deletéreo para el país.

Lo más chocante es que esta enorme transformación política y económica (“social”) se esté produciendo ante los ojos que miran el mundo entero a través de las pantallas de la tele, del ordenador o del móvil, y no parezca surgir por ningún sitio un fuerte movimiento de verdadera contestación a este estado de cosas, embarrado al par el terreno de la opinión pública por todo ese guirigay de presuntos derechos y la orgía del revisionismo histórico “antidiscriminación”.

Tanto que da la impresión de que algunos, da lo mismo que sean de “los de arriba” o de “los de abajo”, van a despertarse cualquier día sin saber realmente si lo hacen en el mundo virtual del Multiverso o en el no menos aparentemente irreal que nos deparan los agendados a 2030: “No tendrás nada y serás feliz”. O sea: como un uigur después de las debidas clases de reeducación.

 Un futuro feliz en un mundo irreconocible, gobernado por el Partido Global y con sus gestores corporativos al frente de los estaditos multiculturales dedicados a tiempo completo a la extracción de materias primas para que La Máquina nunca se detenga. Es casi el modelo perfecto de totalitarismo, pero es que ¿acaso ha dejado de perfeccionarse desde hace ya más de un siglo?

Hace tiempo que ya no es un secreto

…que el PSOE de Felipe González fue una creación de la CIA junto con los sindicatos alemanes y la “extrema derecha” del mismo país para acabar con la hegemonía del PCE de Santiago Carrillo, como tampoco es secreto que fue el Gobierno de aquél el que organizó los GAL, o que éste fue el peor criminal de guerra, junto a Lluis Companys, de la Guerra Civil del 36.

Como tampoco es un secreto que el rey Juan Carlos I fue el principal inductor del golpe de estado del 23-F, que en un nuevo cambiazo de las tornas sirvió para relegitimar al sucesor directo de Franco en la Jefatura del Estado, propiciando de paso el reparto amigable del Poder entre PSOE, CiU y PNV, con los negocios para la Derecha pastueña o pastoreable.

Pero llegó Zapatero al Poder, mediante la mentira manifiesta sobre sus intenciones, vía masacre terrorista del 11-M, e hizo saltar todos los consensos del Reparto o Saqueo Institucionalizado -recuérdese que Aznar decidió “pasar página” de los crímenes del Felipato (de la corrupción al asesinato)- para relegitimar a la ETA y al Frente Popular frente a la Derecha.

No es un secreto que a través del “proceso de paz” se estipularon las condiciones para salvar a la organización criminal de su extinción real (sociopolítica, cultural, económica), en aras de tantear incluso la posibilidad de una alternativa al PNV similar a la del tripartito en Cataluña como pretendida alternativa al Pujolismo; total para cambiar la corrupción por una similar o mayor corrupción acompañada de un delirio ideológico, si cabe, superior al de PNV y CiU.

Tampoco debiera parecernos exactamente un secreto que la Constitución, tergiversada a gusto de los nuevos capitostes del PSOE y de su otrora sección del PSC -ahora es el PSOE una sección del PSC-, no pueda considerarse un texto constitucional al uso, sino más bien una carta otorgada; o que no pueda entenderse por democracia aquel sistema donde no existe la separación de poderes más elemental, que es la que se establece entre Ejecutivo y Legislativo.

Por eso padecemos una dictadura de los partidos o Partitocracia, devenidas sus más conspicuas élites en casta parasitaria de todas las instituciones públicas y de gran parte de las privadas, mientras el servilismo de la mayoría de los jueces -el lucro y el falso prestigio “social” es su divisa- rivaliza con el de los periodistas que expiden los carnets de demócrata cuando desconocen sus más elementales pilares.

LO DE LA ETA TAMPOCO ES UN SECRETO

No puede entonces sorprender a nadie que la ETA esté en el ajo con Pedro Sánchez y sus memorias particulares y secretos inconfesables, pues por ejemplo tal vez no conviene ahora que se sepa que son los responsables del atentado contra el Hotel Corona de Aragón, o los más que probables asesinos de “Pertur”, por no hablar de lo que podría derivarse de conocer las informaciones del CNI respecto al 11-M.

La ETA nació en un seminario, cosa bastante conocida aunque nunca se hayan dado los nombres exactos de los instructores ideológicos de los pistoleros; pero lo peor es que, habiendo podido ser liquidada antes de Franco, cumplida su misión de acabar con Carrero Blanco, parte de los servicios secretos del régimen decidieron que su continuidad terrorista podía corresponder a su propia continuidad en los aparatos del Estado.

Lo cuenta un tal “Teo” Uriarte en sus memorias, como que años después alguien como el máximo dirigente del PNV Javier Arzalluz trataba de convencer a los “polimilis” (ETA-pm) de que no lo dejaran, ¡tantos réditos sacaba el recién estrenado régimen abertzale del Terror impuesto a los discrepantes y críticos de su hegemonía! El exterminio público de la Derecha españolista vasca fue el precio a pagar por la aquiescencia jeltzale al nuevo régimen.

Algo que, entre otras cosas, explica bien a las claras el silencio cómplice del PNV ante los desmanes antiterroristas del GAL, como explica su reacción ante el verdadero levantamiento popular contra la ETA y sus cómplices institucionales a consecuencia del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco: el PNV vio en peligro su hegemonía y diseñó el Frente Abertzale de Estella con la ETA para conservar el Poder.

De aquí derivó a su vez la subsiguiente estrategia del Gobierno de Aznar con Mayor Oreja en Interior, que por vez primera en tres décadas trató a la organización criminal únicamente como tal, y no como a ese “agente político” con pretendida licencia para asesinar. Una política traicionada por el PSOE de Zapatero y Rubalcaba desde el primer minuto, y posteriormente abortada –atentados del 11-M mediante, cabe reiterar- y sustituida por el “proceso de paz”.

MEJOR HACER COMO SI NO

No es ningún secreto que el Pueblo español es en su mayoría gente ignorante de estos hechos y de la consecuente degradación del sistema, básicamente porque carece de la más elemental educación política, pero también por la inmensa pereza que le produce la mera noción de “asuntos públicos” o “cuestiones de Estado”. Pero una democracia sin demócratas es un imposible, a lo sumo un mausoleo de leyes y reglamentos que no se han de cumplir jamás.

Y qué duda cabe, porque tampoco es que sea un secreto, que una democracia en la que no existe -no se da, no se permite apenas- la libertad política no es una democracia, sino una dictadura más o menos encubierta. Claro que además podría ser peor con un caudillo del Socialismo rampante y saqueador al frente del Gobierno, o sea: justo lo que tenemos ahora. (Mejor quedarse muy quietos, entonces, y con la mascarilla puesta por si sirviera de algo.)

La noción democrática es contraria al Socialismo

…porque no ofrece una fórmula mágica -ni siquiera científica- para todos y cada uno de los problemas que se le presenten al individuo o a la sociedad (conjunto de individuos) ahora o en el día de mañana. Todo lo contrario: el gobierno democrático responde a la asunción de que la mejor forma de resolver los problemas es a través de la deliberación entre iguales que piensan diferente, a su vez meros representantes de distintos cuerpos, segmentos o grupos dentro de la sociedad.

La democracia establece el conflicto político, frente a las muy urbanas maneras de los déspotas ilustrados del Antiguo Régimen tanto como frente a los consensos totalitarios del Socialismo de los pretendidos “ilustrados” posteriores a la Revolución de 1789 , llámense comunistas, anarquistas, fascistas, socialistas revolucionarios, nazis, socialdemócratas… El Socialismo es el problema porque no tiene la solución a nada: crea primero los problemas y luego impone siempre la misma solución nociva de la dictadura de “los que saben”.

Y por descontado estos sabelotodo no paran en barras a la hora de liquidar a cuerpos enteros de la sociedad para conseguir sus fines, así como no se conoce de sociedad que no haya sido degradada moralmente por las políticas socialistas (que llaman “sociales”) antes de ser arruinada hasta la miseria, mientras del caos se erige la casta de los intelectuales del Partido que no sabrían llevar un colmado ni hacer una declaración de la renta, pero pretenden conocer las ilimitadas condiciones de los mercados con sus propias variables de fijación de precios.

No es menester citar la Corea del Norte regida por el nieto de quien se autoproclamó monarca de una república comunista, ni la Cuba de los Castro (“Patria o Muerte”, que de todas-todas parece un lema fascista) o la Venezuela de Maduro, porque ahí al Sur existe todavía un país conocido como Argentina en el que la única política real que se da es la del expolio sistemático de todas las clases productivas para mantener a la casta narcosocialista de la Cristina Fernández, como otrora a los cientos de miles de arrebatacapas peronistas (luego fascistas).

En España, hasta ahora, derrotada por Franco en 1939 la Revolución organizada por el PSOE desde 1934 contra el legítimo gobierno de la II República, no se había experimentado con tanta saña un nuevo asalto al Poder hasta la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno -vía moción de censura apoyada por los terroristas de la ETA y los golpistas de ERC y demás “catalanistas”-, si bien ya desde el guerracivilismo del presidente Zapatero, ahora testaferro de la dictadura narcosocialista de Venezuela en Europa, se venía preparando el terreno para lo que hay ahora.

Por tanto, parece ocioso reiterar la necesidad no sólo de expulsar a Sánchez del Poder, sino de revertir todas sus políticas y no únicamente en materia económica, amén de profundizar en una liberación genuinamente política de todas aquellas instituciones sometidas al Socialismo de cuarenta años o más a nuestros días, desde la pretendida “protección social” -que a nadie protege a estas alturas, más que a los que la gestionan- hasta los medios de comunicación, la industria cultural, los centros educativos, los sindicatos y las grandes empresas nacionales.

Pues, pese a los diversos mantras que todavía pretende difundir entre nosotros, el modelo socialista no responde más que a la necesidad del Saqueo Institucionalizado, con sus varias persecuciones a discrepantes, generadores de riqueza y disidentes naturales a un sistema basado en la represión de la persona, en coherencia con una visión del mundo y del hombre que atenta contra la lógica, el bienestar real de las sociedades y la propia dignidad humana.

Pedro Sánchez es un déspota

…que como tal gobierna y pretenderá seguir gobernando, mientras el PP con Feijóo a la cabeza realiza estudios sobre expectativas de a cuánto le dejará la UE esta vez elevar el déficit anual al nuevo presumible Gobierno del PP. Claro que ésta no es la cuestión, sino el síntoma ahora más evidente de 40 años de Saqueo Institucional -esto es: perpetrado desde las instituciones- para copar todo el Poder y con ello su propia impunidad.

El Reparto del Presupuesto por los dos Partidos del Turno -PSOE y PP- en comandita con “los garantes de la estabilidad institucional” -el dicho Saqueo- que fueron hasta finales del siglo XX la catalanista CiU y el PNV abertzale, siempre hegemónicos en sus respectivos “ámbitos de decisión” gracias a las numerosas y consecutivas traiciones de los socialistas, pareció terminarse con la llegada al Gobierno de Zapatero, pero luego se vio que con Rajoy la cosa continuaba como siempre.

Hasta que llegó Sánchez y ya no es que no haya qué repartir, es que el déspota de La Moncloa lo quiere todo para sí y los suyos, que van variando según las necesidades del Caudillo socialista, izquierdista o “populista”, como se quiera: siempre intransigente en sus determinaciones, hasta que se le vuelven en contra; siempre demagógico, y tan mentiroso como para seguir mintiendo una vez que ya han sido puestas al descubierto sus mentiras.

¿O no ocultó a Ibrahim Galli, no ha trastocado la postura española sobre el Sahara, no prometió ayudar a los ucranianos y sancionar a Putin, no se erige como máximo impulsor de la OTAN el que pensaba suprimir el Ministerio de Defensa? Claro que prometió mucho cuando era Pedro Sánchez, no EL PRESIDENTE, tan feliz él de encontrarse en la Jefatura del Gobierno como odiado por todos los damnificados por su rastrera y torpísima ejecutoria -a estas alturas, mayoría absoluta de españoles-.

Este sujeto irresponsable, sin escrúpulos, psicopático, tosco y a la vez cursi, como casi todos los que le acompañaron en tan vertiginoso viaje al asalto del Poder, no debe llegar a Navidades, o las consecuencias de sus cada vez más extremosos actos -guiados por los pagos al contado de las deudas contraídas con sus diabólicos partenaires de la ETA y los golpistas de ERC más lo que resta de Podemos- excederán con mucho las previsiones más pesimistas de los críticos de la hora.

Ni la Verdad ni la Memoria se imponen

…a no ser despóticamente, desde luego no por mayoría simple pero tampoco por mayoría cualificada, y eso es lo que pretende y pretenderá cualquier llamada Ley de Memoria o Ley de Verdad Histórica, pues que la memoria es particular de cada cuál o de un grupo reducido, por cuanto cuando se amplía el número de los implicados sólo algunas verdades generales, si no directamente abstractas, siguen pareciendo tales a ojos de todos.

La Historia, o el relato de los hechos verídicos y comprobables del decurso humano, funciona por elaboración de conceptos, imágenes y visiones del pasado a partir de fuentes dispares, luego resulta sin duda un producto de la imaginación abstracta más aún que de la erudición, sin que ello signifique que se puede hacer tabula rasa de los mismos datos, de los estudios anteriores, de las anteriores filosofías de la Historia.

La Memoria, por el contrario, corresponde a cada uno según factores que nadie controla a priori, como la tradición familiar -de antepasados y sus costumbres tanto como de sus relaciones actuales- o como el entorno de los iguales a uno en edad -caso de la escuela y los equipos deportivos, las cuadrillas y grupos de amigos, etc.-, dándose el contraste generacional entre lo asimilado en el seno familiar y lo que uno descubre por sí junto a sus pares.

Nada de esto es tomado en consideración, por descontado, por los últimos beneficiarios de este régimen infausto de partidos dedicados al Saqueo Institucional no menos que al Adoctrinamiento Ideológico, que les reporta pingües beneficios no sólo en forma de réditos políticos sino asimismo a través de subvenciones a sus plataformas “sociales” o “culturales” o “verdes”, medios de comunicación, productoras de TV y así hasta el infinito y hasta la náusea.

De forma que el Antifranquismo a día de hoy es prácticamente una industria, con decenas de miles de trepas haciendo de maquis de la Información y de la Cultura con sus bodrios -fanzines, libros, pelis, documentales, ponencias, conferencias y demás- cuando a duras penas conocen de la Guerra Civil que comenzó en 1936 y terminó en 1939, y dudosamente atinarían con la fecha de la muerte de Franco, o con la edad a la que murió.

Pero todo da igual cuando se trata de crear apartados, aparatos, departamentos, comités y consejas, con muchísimas mujeres por todas partes, para impulsar de corrido la imposición de esta Verdad y esta Memoria a todos los españoles, con su propia Gestapo para multar y amedrentar a los que no se sometan al Discurso Oficial del Progreso, de hace décadas enarbolado por los del PSOE hasta que, de tanto progresar, han ido a coincidir en fondo y forma con la ETA.

Los días de Pedro Sánchez en el Poder están contados. Queda por ver ahora si habrá algo más de reacción por parte de los pretendidos defensores de la Nación y de la Constitución que la que se ha dado en las dos últimas décadas ante los desmanes de todo tipo que el PSOE, en comandita no sólo con la ETA sino con ésta liderando la entente con el PNV y con los otros separatistas -de la extinta CiU o PdCAT a ERC-, ha perpetrado contra la integridad de España y de sus instituciones.

De nuevo, y más allá de cualquier cálculo mezquino, el PP con Feijóo al frente debe estar preparado para gobernar… con el apoyo de Vox y un programa amplio, capaz de suscitar adhesiones entre lo que aún quede de Izquierda nacional entre los diputados del PSOE; pero sin perder de vista en ningún caso que este régimen que tanto parece querer sostener la Derecha no es sostenible ni un solo día más contra semejante amenaza a nuestras libertades.

La desconexión con las élites es total

…en una sociedad donde los trámites burocráticos indispensables se han vuelto cada vez más arduos, pese al desfasado incremento de plantillas -de suyo desfasadas, obsoletas prácticamente a los pocos años por falta de estándares básicos de promoción vía adecuación al puesto de trabajo, más la existencia de cientos de miles de parásitos enchufados sin tareas concretar a desarrollar-, y pese a las jacarandosas declaraciones favorables a la automatización de los servicios en una denominada “sociedad de servicios” donde la Administración es la primera que no cumple con lo que predica.

Pero hablamos de la misma dirigencia de socialistas de todos los partidos en la mayoría de los gobiernos europeos donde, a la Caída del Muro, decidieron lucrarse ilimitadamente a cuenta de los cuentos verdes de diversas pseudociencias, así que viniéndose abajo la permanente campaña de “lucha contra el hambre” en África, donde hay tanto que seguir saqueando entre todos -USA, China, Rusia, Francia, etc.-, les ha dado por la “lucha contra el cambio climático” pese a las onerosas consecuencias de renunciar a la energía nuclear, quedando subyugados por el contrario a los potentados exportadores de combustibles fósiles, ¡menudo progreso!

Debe de tratarse de un entreguismo voluntario a las tesis comunistas y a su fracasado modelo en Corea del Norte y Cuba, como en Rusia y la misma China, ese fenómeno mediático que mantiene campos de concentración donde encierra a millones, mientras experimenta con la población urbana a través de esos confinamientos tan extraños, cuando no ha acabado de esclarecer el origen del SARS-Cov-2 y se dedica a una agresiva expansión militarista por el Océano Pacífico. Pero qué duda cabe de que el Partido Comunista Chino cuenta con recursos de sobra para sobornar a decenas de miles de políticos europeos, sobre todo si carecen de honor y patriotismo.

En éstas estamos, absortos contemplando el dedo de la invasión rusa en Ucrania, cuando son nuestros propios dirigentes los que no han cesado de poner en almoneda la seguridad y el bienestar de sus gobernados, se llamen Schroeder o Merkel, Scholz o Macron, sean los cobardes dirigentes de países como Holanda o Bélgica, los negligentes de los países escandinavos o los sinvergüenzas de España o Italia. Vendidos al oro persa, tratando de renegociar con Putin sus comisiones, sus prebendas, sobre la sangre de decenas de miles de muertos ucranianos y millones de damnificados. Ésa es la catadura moral de los líderes de la UE.

Y lo cierto a estas alturas es que aún cabría pedir como español, dado lo razonable del empeño, que nuestro país volviera a ser soberano, neutral e independiente, alejado de esas brumas de la Historia reciente de Europa que nos pillan tan al Este, que son la base conjetural de la misma existencia de la UE, que han quedado ahora despejadas nuevamente con el Brexit y con la invasión rusa de Ucrania, sobre todo después de haber asistido a las reacciones principales de los dirigentes citados y varios otros en estos últimos cinco meses. A mí me da vergüenza que se me pueda considerar “ciudadano europeo”. Claro que hace mucho, muchísimo tiempo, décadas incluso, que se hace bastante duro también ser “ciudadano español”.

Cuando la realpolitik no garantiza ni los propios intereses

…ni mucho menos los derechos humanos, y ni siquiera parece poder garantizar la mínima seguridad de sus ciudadanos -y esto es tan válido ahora para varias naciones europeas ante la amenaza rusa, que de momento se ceba en Ucrania, como para España a corto plazo si no aprende a cuidarse mejor de la explosiva situación en que se encuentra el Magreb, de Marruecos a Egipto, con las injerencias varias de rusos, turcos, useños, británicos y franceses-, entonces es que conviene cambiar de juego.

En realidad, ¿a qué ha estado jugando la UE desde la Caída del Muro? Lo que surgió como un conglomerado germano-francés para constituir la Comunidad Económica del Carbón y el Acero ha devenido en un balneario-geriátrico para millonarios cansados de ser occidentales, tal vez ansiosos de experiencias más fuertes que las vividas, que en detrimento de acción al menos obtienen el placebo del “Bienestar” verde y reciclable y (presuntamente) autogestionario. Las nuevas generaciones, a su vez, se evaden en mundos virtuales mientras esperan la paga y el finde.

Pero en la vida real, donde un poderoso Ejército que está dejando miles de bajas propias -mientras no pierde la oportunidad de masacrar a la población civil y causar el mayor número de destrucción material y saqueo generalizado- para asentar su posición en el tablero del siglo XXI podría lanzar ataques con armas de destrucción masiva sobre ciudades escandinavas, de Alemania o de Polonia, no parece que la UE pueda seguir estirando el chicle de la hostilidad contra Putin sin llegar, literalmente, a las manos. Que es la justificación que, por supuesto, éste espera.

¿Se trata entonces de no jugar a lo que quiere el tirano ruso? Se trata lisa y llanamente, como nos enseñan tantas lecciones históricas, de entender por lo menos que, de manera no precisamente velada, la guerra ya les ha sido declarada a todas esas naciones sobre las que Putin desea ejercer una hegemonía recuperada, con la misma o parecida coartada que la empleada para invadir Ucrania, y se trata de cerca de una docena de ellas, de Rumanía a Finlandia. Puede que uno no elija a sus enemigos, pero al menos debiera ser consciente de quiénes son y de cuándo vienen a por uno.