El PP es el que más ha blanqueado al PSOE

…después de casi década y media de corrupción ininterrumpida -despilfarro de nuevos ricos y saqueo al por mayor de las cuentas públicas-, cuando el crimen de Estado se instaló en la cúpula del Poder (GAL) y, pese a todo ello, el presidente Aznar que ganó las elecciones con la promesa de la “regeneración democrática” decidió “pasar página” del Felipismo.

Cierto que ya por entonces se podía sospechar que “felipismo” o “felipato” no eran sino otros nombres del Saqueo Institucional coronado por el jefe del Estado, primer comisionista del Reino y máximo responsable del marco generalizado de impunidad en que comenzaron a actuar desde principios de los 80 partidos como PSOE, CiU o PNV.

Hasta tal punto, que lo que se presumía como alternativa a este régimen de corrupción debió parecerles una amenaza tan directa que hubo que desactivarla por las bravas -y si llega a hacer falta, hunden otro Prestige-. Pues a la muerte de Franco, los que estaban en el machito, más los arribistas de la hora, decidieron emplear toda su energía en hacerse inmensamente ricos.

De telón de fondo, o más bien de telón que tapaba todo lo demás, siempre estuvo la ETA con su insidioso terrorismo, cuando en rigor como banda criminal no debía haber sobrevivido al Franquismo y, como movimiento, jamás debió haber gozado de semejante prestigio mediático, repercusión social y relevancia política.

Pero después de cuatro décadas de mentiras sobre éste y otros asuntos, resulta que todo tiene que ver con el reparto de la tarta, que los socialistas y las bandas, facciones y resto de partidas que componen el panorama político actual en la Izquierda creen francamente que es una tarta mágica, pues se divide en cinco o seis partes y hay nueve o diez que reciben un pedazo similar.

Algún día se enterarán los españoles de cómo funciona exactamente El Reparto, y conocerán tal vez entonces las consecuencias de semejante engaño; ello, si no se los ha llevado por delante la esperable quiebra del mal llamado “Estado del Bienestar”. Pues no es necesario ser un sesudo economista para comprobar hasta qué punto el Socialismo nos empobrece día a día.

Los gobiernos de Aznar querían hacerlo bien, seguro; pero se limitaron a parchear los enormes agujeros de la Administración por los que llevan 40 años manando millones de euros en formato coima, mordida, peaje, “pellón” o fondos reservados. Una sangría con su efecto correlativo en desindustrialización, falta de formación, paro y peores servicios públicos.

Mas si ya resulta lamentable que un país como España, que debiera figurar entre las diez primeras potencias del mundo, padezca semejante situación de atraso por culpa de unas élites tan mediocres como mezquinas, lo peor es que ni siquiera cunde en éstas un mínimo espíritu de patriotismo, lo que viene a significar que les da igual vender a plazos la Nación y el territorio.

De lo primero es representativo un Mariano Rajoy que decidió, un tanto a la manera aznarista, hacer “tabula rasa” de los años perversos del Zapaterismo para entregarse, puro en ristre, a la cómoda gestión del Poder, pensando en que las cosas se suceden y solucionan por sí mismas; hasta que fue desalojado fraudulentamente y a traición de La Moncloa.

De lo segundo son máximos responsables los que, viniendo en conjunto del anterior régimen, decidieron representar en el presente una especie de rol neofeudalista, acarlistado, aunque siempre de carácter más hostil hacia la Derecha española que hacia la Izquierda, aliada en el diseño de la nueva división del Poder.

Hoy la Casta de los dirigentes políticos, mediáticos y empresariales más importantes del país es más traidora si cabe que la de la España que fue invadida por Napoleón. Porque nada importa a los miembros de esta chusma de altos vuelos que no sea incrementar su patrimonio, aunque a veces parezca que se ofenden incluso si se les recuerda que no tienen honor, ni verdad, ni futuro.   

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Sánchez encabeza la sedición

…contra las instituciones todas del Estado prácticamente desde el día en que se aupó al Poder a través de la fraudulenta moción de censura contra Rajoy y de la mano de quienes lo hizo: un partido netamente alineado con las dictaduras bolivarianas de Hispanoamérica como Podemos, más Bildu-ETA y ERC, Junts -estos dos últimos partidos implicados desde la cúpula a las bases en el proceso separatista que fue parcialmente abortado en octubre de 2017- y el PNV. O sea, todos los mejores amigos de España y de los españoles, de sus leyes y libertades.

No es por tanto nuevo lo que pretende El Señor Presidente, porque es lo que ha pretendido el PSOE de toda la vida (en el 23 como en el 34, en el 81 como en 2004): la liquidación irreversible de cualquier oposición a su régimen particular, donde el PSOE y la UGT son hegemónicos y, más allá de esto, inmunes frente a cualquier tipo de responsabilidad por sus numerosos quebrantos de la Hacienda Pública y de las particulares, por su habitual recurso a las algaradas y a la violencia directa, desde el mismo Estado o desde la puta calle.

Una impunidad necesaria, pues, no sólo para los golpistas separatistas, o para los criminales de ETA reconvertidos en pacíficos activistas por “la Paz”, sino para las decenas, si no es que se trata de cientos y de miles, de cargos y simpatizantes de este Socialismo ramplón hasta en su manera de saquear al contribuyente, véanse los distintos apartados del caso de los ERE -verdadera y necesaria causa general contra el PSOE y la UGT- o los escandalosos contratos de compra de mascarillas por parte del Ministerio de Sanidad de Salvador Illa en el momento más grave de la pandemia de coronavirus.

Ante semejantes desmanes, coreografiados con firmeza por el Doctor No, la Oposición continúa su errático viaje hacia la nada, en el caso del PP ahora de Feijóo, o la irrelevancia, caso de un partido como Vox cuyos dirigentes parecen incapaces de articular una organización moderna y dinámica que ofrezca batalla todos los días del año. Obviamente, el principal problema lo tiene el PP, que es tanto como afirmar que la Derecha tiene un problema con el PP, cuyos cuadros fuera de Madrid presentan tantas veces esa mezcla de indolencia y cobardía tan característica del Rajoyato, pero presente aún antes.

Con estas cartas, todas marcadas por las reglas de juego que estableció Zapatero ante la indolencia precisamente de los Rajoy, Soraya y Montoro, la Oposición no puede hacer otra cosa que presentar una alternativa radical, en clave nacional, a todo un período convulso de la historia reciente de España que abarca al menos desde el 11 de marzo de 2004 a nuestros días. Pues existe ahora, como no se daba a principios de siglo, la suficiente masa crítica entre los españoles para poner fin de una vez por todas a este proceso de disgregación y degradación democrática.

Tal vez de lo que carecemos todavía es de partidos nuevos a izquierda y derecha que resulten tan atractivos como eficaces; aunque más importante, y condición puede que insoslayable para su creación y desarrollo, sería determinar de antemano un nuevo sistema de representación en sustitución del actual. Hasta entonces, la pregunta más recurrente a la Oposición debe ser la misma: ¿a qué esperan PP y Vox para desalojar a Sánchez de La Moncloa lo antes posible? Igual es que no son capaces de calibrar la dimensión del desafío, o bien no saben cómo reaccionar al mismo; en ambos casos, se corroboraría la tesis con que abría este párrafo.

La Casta se indulta a sí misma

…y a pie de calle no parece importarle a nadie, razón por la cual este régimen de Saqueo Institucionalizado puede continuar sin reforma algunos lustros más. Queda la UE, claro, que podría intervenir España, sus finanzas y Administración, con más saña de la que emplea habitualmente para insultar a los húngaros sin apenas más argumentos que el disgusto provocado por las sucesivas y absolutas mayorías de un tal Orbán.

La Casta puede delinquir con total impunidad, de ahí que sea estrictamente casta con su fuero particular, y esto vale para los golpistas de ERC, Junts y las CUP, como para los políticos de la ETA, los ladrones de PSOE, PP y PNV, por no hablar de las coloridas marcas locales de las ínsulas, como esa Unión Balear o Coalición Canaria, con tantos casos en los juzgados entre todos que tienen a los jueces y fiscales cansados, los pobres.

Porque mucha murga con lo de la elección del “órgano de gobierno de los jueces” o CGPJ, cuando una sola palabra del Constitucional -que no es desde luego un tribunal- bastará para enmendarle la plana al más pintado y de paso enmendar la Ley con mayúsculas y la misma Constitución, que en todo caso no se ha cumplido jamás en regiones enteras de España, esto es: que no se ha cumplido jamás, ¿o puede acaso decirse que rige una Ley para unos españoles y para otros no?

La semilla del mal germina desde luego en la CE del 78, si bien podría salvarse lo esencial con la preservación del Título I sobre los derechos y deberes fundamentales, reescribiendo el Título preliminar y suprimiendo la mayor parte del resto, que podría devenir en leyes ordinarias y sus correspondientes reglamentos; pues es insensato pretender que una Ley Fundamental tenga decenas de páginas y cientos de artículos: supone de hecho faltar a la verdad de su definición, a su misma esencia.

Pero el problema reside más aún en los llamados a cumplir y hacer cumplir la Ley, porque no desean someterse a lo que rige para el resto de los ciudadanos, de ahí que ellos sean casta y nosotros veamos pisoteados a diario nuestros derechos elementales, oprimidos por las legislaciones lingüísticas que defienden los separatistas, el PSOE y el PP, todos de la mano porque a ellos les sirven además para crear cientos de miles de puestos para los suyos, y no exagero.

Así, a la clientela adicta vía colocación en la Administración o en empresas clientas a su vez de la misma, se suma la maraña de entes que dependen de financiación pública y/o de decisiones netamente políticas (si no directamente ideológicas) aunque tengan cariz privado, caso de fundaciones, universidades e incluso medios de comunicación, comenzando por el duopolio televisivo y terminando con diarios tanto impresos como digitales.

Me gustaría instar desde aquí a una auténtica rebelión democrática, pero sé que no son más que palabras vacías de significado para una sociedad como la española, tan pagada de sí misma para unas cosas y con semejante complejo de inferioridad respecto al mundo externo y a la propia casta gobernante; como durante el Franquismo, vaya.

Es conocida la respuesta que le dio Lenin al socialista Fernando de los Ríos cuando éste le inquirió por lo obvio: “Libertad, ¿para qué?”. Pues eso: “¡Libertad para Griñán!”, que podría exclamar y de hecho exclama por escrito otro notable progresista como Fernando Savater. En este país ya no cabe un solo sinvergüenza, golfo o trepa más. Pero qué más da, ¿no?

La cuestión con el PP vasco

…es que va ya para 15 años que Rajoy decidió traicionar a sus bases sumándose descaradamente al “proceso de paz” emprendido por Zapatero con la ETA -algo que se les pasa habitualmente por alto a Teresa Jiménez-Becerril y Mari Mar Blanco, plañideras-coartada del PP para que parezca que defiende a las víctimas del terrorismo y “lucha” contra la ETA-.

Ahora que Iturgaiz preside el PP vasco, y con motivo de la nueva agresión a su propio hijo, me da por recordar que el primer sustituto de María San Gil -símbolo local e incluso nacional de la política antiterrorista de Aznar-Mayor Oreja-, un tal Antonio Basagoiti, decidió marcharse al extranjero harto de las agresiones e insultos que recibían tanto él como sus familiares.

Toda una denuncia de la mentira más gorda del “proceso” que habla de “derrota de ETA” cuando sus víctimas no han podido recuperar la tranquilidad, ni mucho menos la calle, porque se mantiene el acoso euskonazi que, para más escarnio, juega ambiguamente en varias ligas, como acostumbra, y bajo numerosas siglas distintas: Ernai o GKS, cuestión de grado… de momento.

Pero es que Basagoiti, con los Alonso y Oyarzábal, Maroto y Sémper y otros mindundis del “nuevo tiempo” que decían se abría ante los vascos “ahora que ETA ya no mata”, se mostraba convencido de que había llegado la hora de “hacer política”, algo que por lo visto no hacían antes, pese al persistente terrorismo en su contra, los esforzados cargos populares liderados por Iturgaiz y luego por San Gil.

Hasta celebraron encantados que la oficialidad local -del PNV y la propia ETA a la SER y los diarios de Vocento que tanto colaboraron en la imposición de la mentira del “proceso”- reconociera la existencia de “las cuatro familias” políticas vascas: PNV, PSE, ETA-Bildu y PP. Luego se produjo la inexplicable irrupción de Podemos en unas Generales y el PP pasó a ser de nuevo el bastardo al que cualquier día echan de casa.

En realidad, no conviene al relato de la mentira oficial de PNV-PSE sobre los apaños con la ETA que la desaparición del PP se produzca, no tanto porque el hueco (ahora estrechísimo) podría venir a cubrirlo Vox -¿ya tiene Vox un discurso o un relato o un mero eslogan sobre “Euskadi” o el mismo “proceso”?-, sino porque en un determinado momento les puede servir de marca B a los JELtzales.

De hecho, ante la tesitura de una entente Bildu-PSE para arrebatarle el Poder, el PNV no renunciará a la muleta que un PP “moderado” por Feijóo podría ofrecerle para “mantener la estabilidad” y evitar un gobierno vasco dirigido por “los herederos” de la ETA, cosa que hasta Iturgaiz podría intentar tragarse, so pena de volver a quedarse fuera del cotarro otra vez.

FEIJÓO, COLÓCANOS A TODOS

Para el caso, todo este tinglado euskadiano montado por el régimen abertzale desde hace cuatro décadas es la auténtica herencia de la ETA, que nadie se atreve a cuestionar radicalmente porque además parece que todo lo consagra la presunta Constitución Española. Pero los de Bildu no heredan nada, pues junto con los asesinos contribuyeron decisivamente a crear, mantener y difundir su legado.

Con Feijóo más preocupado por la grave crisis económica y el permanente desafío separatista en Cataluña, y tratándose de quien ha descubierto con éxito el método de compra de voluntades a través de la política lingüística, podremos ver en un par de años como sí que Urkullu y él se llevan a partir un piñón. Y aquí paz, mucha paz, y después gloria y festejos a los “gudaris” de la ETA.  

Feijóo, efectivamente, vendrá cada par de meses a “visitar una empresa importante” de Guipúzcoa o Vizcaya, como adelanta la secretaria general del PP vasco en una entrevista de este lunes en el DV; porque, ya se sabe, “la economía lo es todo”, que dijo el referente de toda esta tropa, el simpar bufón Rajoy, uno de los peores traidores a España y a la democracia de lo que va de siglo.

Hace tiempo que ya no es un secreto

…que el PSOE de Felipe González fue una creación de la CIA junto con los sindicatos alemanes y la “extrema derecha” del mismo país para acabar con la hegemonía del PCE de Santiago Carrillo, como tampoco es secreto que fue el Gobierno de aquél el que organizó los GAL, o que éste fue el peor criminal de guerra, junto a Lluis Companys, de la Guerra Civil del 36.

Como tampoco es un secreto que el rey Juan Carlos I fue el principal inductor del golpe de estado del 23-F, que en un nuevo cambiazo de las tornas sirvió para relegitimar al sucesor directo de Franco en la Jefatura del Estado, propiciando de paso el reparto amigable del Poder entre PSOE, CiU y PNV, con los negocios para la Derecha pastueña o pastoreable.

Pero llegó Zapatero al Poder, mediante la mentira manifiesta sobre sus intenciones, vía masacre terrorista del 11-M, e hizo saltar todos los consensos del Reparto o Saqueo Institucionalizado -recuérdese que Aznar decidió “pasar página” de los crímenes del Felipato (de la corrupción al asesinato)- para relegitimar a la ETA y al Frente Popular frente a la Derecha.

No es un secreto que a través del “proceso de paz” se estipularon las condiciones para salvar a la organización criminal de su extinción real (sociopolítica, cultural, económica), en aras de tantear incluso la posibilidad de una alternativa al PNV similar a la del tripartito en Cataluña como pretendida alternativa al Pujolismo; total para cambiar la corrupción por una similar o mayor corrupción acompañada de un delirio ideológico, si cabe, superior al de PNV y CiU.

Tampoco debiera parecernos exactamente un secreto que la Constitución, tergiversada a gusto de los nuevos capitostes del PSOE y de su otrora sección del PSC -ahora es el PSOE una sección del PSC-, no pueda considerarse un texto constitucional al uso, sino más bien una carta otorgada; o que no pueda entenderse por democracia aquel sistema donde no existe la separación de poderes más elemental, que es la que se establece entre Ejecutivo y Legislativo.

Por eso padecemos una dictadura de los partidos o Partitocracia, devenidas sus más conspicuas élites en casta parasitaria de todas las instituciones públicas y de gran parte de las privadas, mientras el servilismo de la mayoría de los jueces -el lucro y el falso prestigio “social” es su divisa- rivaliza con el de los periodistas que expiden los carnets de demócrata cuando desconocen sus más elementales pilares.

LO DE LA ETA TAMPOCO ES UN SECRETO

No puede entonces sorprender a nadie que la ETA esté en el ajo con Pedro Sánchez y sus memorias particulares y secretos inconfesables, pues por ejemplo tal vez no conviene ahora que se sepa que son los responsables del atentado contra el Hotel Corona de Aragón, o los más que probables asesinos de “Pertur”, por no hablar de lo que podría derivarse de conocer las informaciones del CNI respecto al 11-M.

La ETA nació en un seminario, cosa bastante conocida aunque nunca se hayan dado los nombres exactos de los instructores ideológicos de los pistoleros; pero lo peor es que, habiendo podido ser liquidada antes de Franco, cumplida su misión de acabar con Carrero Blanco, parte de los servicios secretos del régimen decidieron que su continuidad terrorista podía corresponder a su propia continuidad en los aparatos del Estado.

Lo cuenta un tal “Teo” Uriarte en sus memorias, como que años después alguien como el máximo dirigente del PNV Javier Arzalluz trataba de convencer a los “polimilis” (ETA-pm) de que no lo dejaran, ¡tantos réditos sacaba el recién estrenado régimen abertzale del Terror impuesto a los discrepantes y críticos de su hegemonía! El exterminio público de la Derecha españolista vasca fue el precio a pagar por la aquiescencia jeltzale al nuevo régimen.

Algo que, entre otras cosas, explica bien a las claras el silencio cómplice del PNV ante los desmanes antiterroristas del GAL, como explica su reacción ante el verdadero levantamiento popular contra la ETA y sus cómplices institucionales a consecuencia del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco: el PNV vio en peligro su hegemonía y diseñó el Frente Abertzale de Estella con la ETA para conservar el Poder.

De aquí derivó a su vez la subsiguiente estrategia del Gobierno de Aznar con Mayor Oreja en Interior, que por vez primera en tres décadas trató a la organización criminal únicamente como tal, y no como a ese “agente político” con pretendida licencia para asesinar. Una política traicionada por el PSOE de Zapatero y Rubalcaba desde el primer minuto, y posteriormente abortada –atentados del 11-M mediante, cabe reiterar- y sustituida por el “proceso de paz”.

MEJOR HACER COMO SI NO

No es ningún secreto que el Pueblo español es en su mayoría gente ignorante de estos hechos y de la consecuente degradación del sistema, básicamente porque carece de la más elemental educación política, pero también por la inmensa pereza que le produce la mera noción de “asuntos públicos” o “cuestiones de Estado”. Pero una democracia sin demócratas es un imposible, a lo sumo un mausoleo de leyes y reglamentos que no se han de cumplir jamás.

Y qué duda cabe, porque tampoco es que sea un secreto, que una democracia en la que no existe -no se da, no se permite apenas- la libertad política no es una democracia, sino una dictadura más o menos encubierta. Claro que además podría ser peor con un caudillo del Socialismo rampante y saqueador al frente del Gobierno, o sea: justo lo que tenemos ahora. (Mejor quedarse muy quietos, entonces, y con la mascarilla puesta por si sirviera de algo.)

La noción democrática es contraria al Socialismo

…porque no ofrece una fórmula mágica -ni siquiera científica- para todos y cada uno de los problemas que se le presenten al individuo o a la sociedad (conjunto de individuos) ahora o en el día de mañana. Todo lo contrario: el gobierno democrático responde a la asunción de que la mejor forma de resolver los problemas es a través de la deliberación entre iguales que piensan diferente, a su vez meros representantes de distintos cuerpos, segmentos o grupos dentro de la sociedad.

La democracia establece el conflicto político, frente a las muy urbanas maneras de los déspotas ilustrados del Antiguo Régimen tanto como frente a los consensos totalitarios del Socialismo de los pretendidos “ilustrados” posteriores a la Revolución de 1789 , llámense comunistas, anarquistas, fascistas, socialistas revolucionarios, nazis, socialdemócratas… El Socialismo es el problema porque no tiene la solución a nada: crea primero los problemas y luego impone siempre la misma solución nociva de la dictadura de “los que saben”.

Y por descontado estos sabelotodo no paran en barras a la hora de liquidar a cuerpos enteros de la sociedad para conseguir sus fines, así como no se conoce de sociedad que no haya sido degradada moralmente por las políticas socialistas (que llaman “sociales”) antes de ser arruinada hasta la miseria, mientras del caos se erige la casta de los intelectuales del Partido que no sabrían llevar un colmado ni hacer una declaración de la renta, pero pretenden conocer las ilimitadas condiciones de los mercados con sus propias variables de fijación de precios.

No es menester citar la Corea del Norte regida por el nieto de quien se autoproclamó monarca de una república comunista, ni la Cuba de los Castro (“Patria o Muerte”, que de todas-todas parece un lema fascista) o la Venezuela de Maduro, porque ahí al Sur existe todavía un país conocido como Argentina en el que la única política real que se da es la del expolio sistemático de todas las clases productivas para mantener a la casta narcosocialista de la Cristina Fernández, como otrora a los cientos de miles de arrebatacapas peronistas (luego fascistas).

En España, hasta ahora, derrotada por Franco en 1939 la Revolución organizada por el PSOE desde 1934 contra el legítimo gobierno de la II República, no se había experimentado con tanta saña un nuevo asalto al Poder hasta la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno -vía moción de censura apoyada por los terroristas de la ETA y los golpistas de ERC y demás “catalanistas”-, si bien ya desde el guerracivilismo del presidente Zapatero, ahora testaferro de la dictadura narcosocialista de Venezuela en Europa, se venía preparando el terreno para lo que hay ahora.

Por tanto, parece ocioso reiterar la necesidad no sólo de expulsar a Sánchez del Poder, sino de revertir todas sus políticas y no únicamente en materia económica, amén de profundizar en una liberación genuinamente política de todas aquellas instituciones sometidas al Socialismo de cuarenta años o más a nuestros días, desde la pretendida “protección social” -que a nadie protege a estas alturas, más que a los que la gestionan- hasta los medios de comunicación, la industria cultural, los centros educativos, los sindicatos y las grandes empresas nacionales.

Pues, pese a los diversos mantras que todavía pretende difundir entre nosotros, el modelo socialista no responde más que a la necesidad del Saqueo Institucionalizado, con sus varias persecuciones a discrepantes, generadores de riqueza y disidentes naturales a un sistema basado en la represión de la persona, en coherencia con una visión del mundo y del hombre que atenta contra la lógica, el bienestar real de las sociedades y la propia dignidad humana.

Pedro Sánchez es un déspota

…que como tal gobierna y pretenderá seguir gobernando, mientras el PP con Feijóo a la cabeza realiza estudios sobre expectativas de a cuánto le dejará la UE esta vez elevar el déficit anual al nuevo presumible Gobierno del PP. Claro que ésta no es la cuestión, sino el síntoma ahora más evidente de 40 años de Saqueo Institucional -esto es: perpetrado desde las instituciones- para copar todo el Poder y con ello su propia impunidad.

El Reparto del Presupuesto por los dos Partidos del Turno -PSOE y PP- en comandita con “los garantes de la estabilidad institucional” -el dicho Saqueo- que fueron hasta finales del siglo XX la catalanista CiU y el PNV abertzale, siempre hegemónicos en sus respectivos “ámbitos de decisión” gracias a las numerosas y consecutivas traiciones de los socialistas, pareció terminarse con la llegada al Gobierno de Zapatero, pero luego se vio que con Rajoy la cosa continuaba como siempre.

Hasta que llegó Sánchez y ya no es que no haya qué repartir, es que el déspota de La Moncloa lo quiere todo para sí y los suyos, que van variando según las necesidades del Caudillo socialista, izquierdista o “populista”, como se quiera: siempre intransigente en sus determinaciones, hasta que se le vuelven en contra; siempre demagógico, y tan mentiroso como para seguir mintiendo una vez que ya han sido puestas al descubierto sus mentiras.

¿O no ocultó a Ibrahim Galli, no ha trastocado la postura española sobre el Sahara, no prometió ayudar a los ucranianos y sancionar a Putin, no se erige como máximo impulsor de la OTAN el que pensaba suprimir el Ministerio de Defensa? Claro que prometió mucho cuando era Pedro Sánchez, no EL PRESIDENTE, tan feliz él de encontrarse en la Jefatura del Gobierno como odiado por todos los damnificados por su rastrera y torpísima ejecutoria -a estas alturas, mayoría absoluta de españoles-.

Este sujeto irresponsable, sin escrúpulos, psicopático, tosco y a la vez cursi, como casi todos los que le acompañaron en tan vertiginoso viaje al asalto del Poder, no debe llegar a Navidades, o las consecuencias de sus cada vez más extremosos actos -guiados por los pagos al contado de las deudas contraídas con sus diabólicos partenaires de la ETA y los golpistas de ERC más lo que resta de Podemos- excederán con mucho las previsiones más pesimistas de los críticos de la hora.

Ni la Verdad ni la Memoria se imponen

…a no ser despóticamente, desde luego no por mayoría simple pero tampoco por mayoría cualificada, y eso es lo que pretende y pretenderá cualquier llamada Ley de Memoria o Ley de Verdad Histórica, pues que la memoria es particular de cada cuál o de un grupo reducido, por cuanto cuando se amplía el número de los implicados sólo algunas verdades generales, si no directamente abstractas, siguen pareciendo tales a ojos de todos.

La Historia, o el relato de los hechos verídicos y comprobables del decurso humano, funciona por elaboración de conceptos, imágenes y visiones del pasado a partir de fuentes dispares, luego resulta sin duda un producto de la imaginación abstracta más aún que de la erudición, sin que ello signifique que se puede hacer tabula rasa de los mismos datos, de los estudios anteriores, de las anteriores filosofías de la Historia.

La Memoria, por el contrario, corresponde a cada uno según factores que nadie controla a priori, como la tradición familiar -de antepasados y sus costumbres tanto como de sus relaciones actuales- o como el entorno de los iguales a uno en edad -caso de la escuela y los equipos deportivos, las cuadrillas y grupos de amigos, etc.-, dándose el contraste generacional entre lo asimilado en el seno familiar y lo que uno descubre por sí junto a sus pares.

Nada de esto es tomado en consideración, por descontado, por los últimos beneficiarios de este régimen infausto de partidos dedicados al Saqueo Institucional no menos que al Adoctrinamiento Ideológico, que les reporta pingües beneficios no sólo en forma de réditos políticos sino asimismo a través de subvenciones a sus plataformas “sociales” o “culturales” o “verdes”, medios de comunicación, productoras de TV y así hasta el infinito y hasta la náusea.

De forma que el Antifranquismo a día de hoy es prácticamente una industria, con decenas de miles de trepas haciendo de maquis de la Información y de la Cultura con sus bodrios -fanzines, libros, pelis, documentales, ponencias, conferencias y demás- cuando a duras penas conocen de la Guerra Civil que comenzó en 1936 y terminó en 1939, y dudosamente atinarían con la fecha de la muerte de Franco, o con la edad a la que murió.

Pero todo da igual cuando se trata de crear apartados, aparatos, departamentos, comités y consejas, con muchísimas mujeres por todas partes, para impulsar de corrido la imposición de esta Verdad y esta Memoria a todos los españoles, con su propia Gestapo para multar y amedrentar a los que no se sometan al Discurso Oficial del Progreso, de hace décadas enarbolado por los del PSOE hasta que, de tanto progresar, han ido a coincidir en fondo y forma con la ETA.

Los días de Pedro Sánchez en el Poder están contados. Queda por ver ahora si habrá algo más de reacción por parte de los pretendidos defensores de la Nación y de la Constitución que la que se ha dado en las dos últimas décadas ante los desmanes de todo tipo que el PSOE, en comandita no sólo con la ETA sino con ésta liderando la entente con el PNV y con los otros separatistas -de la extinta CiU o PdCAT a ERC-, ha perpetrado contra la integridad de España y de sus instituciones.

De nuevo, y más allá de cualquier cálculo mezquino, el PP con Feijóo al frente debe estar preparado para gobernar… con el apoyo de Vox y un programa amplio, capaz de suscitar adhesiones entre lo que aún quede de Izquierda nacional entre los diputados del PSOE; pero sin perder de vista en ningún caso que este régimen que tanto parece querer sostener la Derecha no es sostenible ni un solo día más contra semejante amenaza a nuestras libertades.

Los últimos movimientos de Sánchez

…apuntan en la misma dirección de toda la trayectoria del psicópata que ocupa La Moncloa, pues no hay nueva medida anticrisis que no trate de comprar descaradamente “la voluntad del Pueblo” a través del engaño masivo, ni declaración que cese de estigmatizar a toda oposición como antidemocrática o de “extrema derecha”.

Un gobernante despótico contra la Nación, amén de fatuo, plagiario, mentiroso y traidor, que debiera ser expulsado del Poder vía moción de censura a la primera ocasión y con los votos suficientes de los diputados del PSOE que todavía quieran conservar el escaño una década más, so pena de que el Doctor No logre arrastrarlos al abismo a todos en su deletéreo proyecto unipersonal.

Ni una sola lágrima cabría derramar entonces por la suerte de tal partido, que jamás debió fungir de siglas manchadas de sangre a partir de la aprobación de la Constitución de 1978, y al que por el contrario se le entregó todo de entrada, de la legitimidad de origen al conjunto de las instituciones públicas y parte del conglomerado de las respectivas de la sociedad civil.

El PSOE, ya se sabe, lo que no pudo ocupar o apropiarse lo destruyó o expulsó del sistema, para quedarse ellos, hijos revirados del Franquismo, por encima de cualquier otra alternativa de gobierno a su régimen fascistoide, superación degradada del Gobierno corporativo que tanto gustó desde principios de siglo XX a las élites españolas (léase Cambó, Azaña, Ortega…).

Algo que, como nos hemos hartado de ver durante cuarenta años de Juancarlismo, era perfectamente compatible con la Monarquía parlamentaria, casi-casi como en tiempos del primorriverismo del bisabuelo del actual rey Felipe VI, sólo que con Felipón al mando -siempre el PSOE y la UGT como fuerzas “políticas” esenciales al Estado- y Arzalluz y Pujol al bombo y con la saca en las manos.

¿Que son cosas del pasado? No tanto como el bombardeo de Guernica, teniendo tan a mano el 11-M en Madrid que dejó más muertos y decenas de miles de víctimas; aunque mucho menos del pasado que el terrorismo abertzale y su hegemonía consecuente en una parte de España, saludada por todos estos mequetrefes del PP que se sienten euskadianos y agitan con fervor la Ikurriña del racista Sabino Arana esperando «recuperar los votos del PNV».

Como los imbéciles orgullosos del trapo blanquiverde que dicen que es “la bandera de Andalucía” -será de “la nacionalidad andaluza”. como la bautizó Javier Arenas en aquel estatuto de autonomía renovado a mayor gloria de la casta regional que aún perdura, saqueadores al por mayor de fondos públicos- consideran que ha ganado “la moderación” y «la buena gestión»… en la segunda Comunidad más pobre de España teniendo que ser la más rica.

Tenemos todavía en el sillón de mando a un chulo con vocación de caudillo que no se ha visto y no se va a volver a ver en otra jamás, con riesgo cierto de acabar dando con sus huesos en el banquillo de los acusados por más de una y de cinco causas distintas, desde la mera prevaricación a la alta traición, por lo que no es probable que deje el paso con gesto tranquilo, sino que trate de hacerse con todo el Poder o lo suficiente como para blindarse judicialmente en lo futuro.

Nos espera el horizonte de la quiebra técnica del Estado, una vez más, y si el único consuelo es que antes (o después) sucederá la intervención de la UE -ya le van dimitiendo secretarios de Estado al ministro de Hacienda, ¿por qué será?-, nada bueno nos deparará la próxima década si no somos capaces de hacer justas cuentas con nuestros dirigentes, nuestras élites, nuestro propio pasado de acciones y omisiones.

Deberíamos tomárnoslo todo a partir de ahora -la más que posible intervención, la caída de Sánchez, la drástica alteración de nuestro régimen constitucional o “Estado de Bienestar Social” (¡puaj!)- como una serie de acontecimientos traumáticos que, una vez superados, como si atravesáramos una espesa bruma perdidos en el bosque, nos permitirán encontrar el camino de nuevo.

Hay que resetear el sistema, dicho en términos más actuales. La España que conocimos ha hecho definitivamente crack.

El permanente show del Estado descompuesto

…nos tiene a todos mirando, entretenidos, cómo el ex jefe del Estado arrastra los últimos jirones del prestigio que le quedaba por este Reino de España instaurado por Franco, que venció a la Revolución, mientras el Gobierno compuesto instrumentaliza su visita al país para atacar al Rey, en el caso del PSOE, y a la Monarquía, en el caso de todos sus socios.

Asistimos asimismo abochornados al cortés trato que dispensa el Doctor Sánchez a golpistas y terroristas, ofendidos a su vez porque el CNI los procura tener controlados, cuando sus formaciones debieran ser disueltas con la Ley de Partidos en la mano, hoy como hace veinte años, mientras por el contrario lo que se impone son sus directrices sobre Enseñanza y Financiación.

Pero parece que el dinero público “de nadie”, que tiende cuando gobiernan los socialistas y sus semejantes a quedarse en sus bolsillos, va a estar más caro a partir de junio debido a las nuevas medidas anticrisis que pretende adoptar el BCE. Y entonces qué: ¿40.000 funcionarios más? Para echar al triple en menos de un año. ¿Indexación al IPC de las pensiones y los sueldos públicos? Sea… para recortarlos después en un 20 o un 30%, a la vista está.

Hablamos de un Estado insostenible, sobre ser injusto, que es tan antiespañol como inviable, lo que ha de quedar reflejado no sólo en una nueva mayoría parlamentaria que brinde un Gobierno estable, sino en una auténtica alternativa a la descomposición acelerada del Estado para impedir la consecuente desintegración nacional.

De lo contrario, el día menos pensado, pese a la espesa capa de engaño y amnesia que cubre la vida de la sociedad española, nos podríamos ver envueltos en algo más grave que una mera dificultad para colocar la Deuda. A punto estuvo de verse ya en Cataluña, donde ya se vio bastante, un conflicto violento y abierto que habría podido devenir en un baño de sangre.

Por el momento, se ha cronificado la división. De no atajar bruscamente la trayectoria de Sánchez, con el PSOE y sus socios espoleándole, la desafección de todas las partes no hará sino crecer, hasta llegar al punto de no retorno que nos abocará decididamente al fin de este régimen; sin atisbar, siquiera, las personas necesarias y las instituciones que podrían servir para configurar el que ha de sustituirle.