Hace tiempo que ya no es un secreto

…que el PSOE de Felipe González fue una creación de la CIA junto con los sindicatos alemanes y la “extrema derecha” del mismo país para acabar con la hegemonía del PCE de Santiago Carrillo, como tampoco es secreto que fue el Gobierno de aquél el que organizó los GAL, o que éste fue el peor criminal de guerra, junto a Lluis Companys, de la Guerra Civil del 36.

Como tampoco es un secreto que el rey Juan Carlos I fue el principal inductor del golpe de estado del 23-F, que en un nuevo cambiazo de las tornas sirvió para relegitimar al sucesor directo de Franco en la Jefatura del Estado, propiciando de paso el reparto amigable del Poder entre PSOE, CiU y PNV, con los negocios para la Derecha pastueña o pastoreable.

Pero llegó Zapatero al Poder, mediante la mentira manifiesta sobre sus intenciones, vía masacre terrorista del 11-M, e hizo saltar todos los consensos del Reparto o Saqueo Institucionalizado -recuérdese que Aznar decidió “pasar página” de los crímenes del Felipato (de la corrupción al asesinato)- para relegitimar a la ETA y al Frente Popular frente a la Derecha.

No es un secreto que a través del “proceso de paz” se estipularon las condiciones para salvar a la organización criminal de su extinción real (sociopolítica, cultural, económica), en aras de tantear incluso la posibilidad de una alternativa al PNV similar a la del tripartito en Cataluña como pretendida alternativa al Pujolismo; total para cambiar la corrupción por una similar o mayor corrupción acompañada de un delirio ideológico, si cabe, superior al de PNV y CiU.

Tampoco debiera parecernos exactamente un secreto que la Constitución, tergiversada a gusto de los nuevos capitostes del PSOE y de su otrora sección del PSC -ahora es el PSOE una sección del PSC-, no pueda considerarse un texto constitucional al uso, sino más bien una carta otorgada; o que no pueda entenderse por democracia aquel sistema donde no existe la separación de poderes más elemental, que es la que se establece entre Ejecutivo y Legislativo.

Por eso padecemos una dictadura de los partidos o Partitocracia, devenidas sus más conspicuas élites en casta parasitaria de todas las instituciones públicas y de gran parte de las privadas, mientras el servilismo de la mayoría de los jueces -el lucro y el falso prestigio “social” es su divisa- rivaliza con el de los periodistas que expiden los carnets de demócrata cuando desconocen sus más elementales pilares.

LO DE LA ETA TAMPOCO ES UN SECRETO

No puede entonces sorprender a nadie que la ETA esté en el ajo con Pedro Sánchez y sus memorias particulares y secretos inconfesables, pues por ejemplo tal vez no conviene ahora que se sepa que son los responsables del atentado contra el Hotel Corona de Aragón, o los más que probables asesinos de “Pertur”, por no hablar de lo que podría derivarse de conocer las informaciones del CNI respecto al 11-M.

La ETA nació en un seminario, cosa bastante conocida aunque nunca se hayan dado los nombres exactos de los instructores ideológicos de los pistoleros; pero lo peor es que, habiendo podido ser liquidada antes de Franco, cumplida su misión de acabar con Carrero Blanco, parte de los servicios secretos del régimen decidieron que su continuidad terrorista podía corresponder a su propia continuidad en los aparatos del Estado.

Lo cuenta un tal “Teo” Uriarte en sus memorias, como que años después alguien como el máximo dirigente del PNV Javier Arzalluz trataba de convencer a los “polimilis” (ETA-pm) de que no lo dejaran, ¡tantos réditos sacaba el recién estrenado régimen abertzale del Terror impuesto a los discrepantes y críticos de su hegemonía! El exterminio público de la Derecha españolista vasca fue el precio a pagar por la aquiescencia jeltzale al nuevo régimen.

Algo que, entre otras cosas, explica bien a las claras el silencio cómplice del PNV ante los desmanes antiterroristas del GAL, como explica su reacción ante el verdadero levantamiento popular contra la ETA y sus cómplices institucionales a consecuencia del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco: el PNV vio en peligro su hegemonía y diseñó el Frente Abertzale de Estella con la ETA para conservar el Poder.

De aquí derivó a su vez la subsiguiente estrategia del Gobierno de Aznar con Mayor Oreja en Interior, que por vez primera en tres décadas trató a la organización criminal únicamente como tal, y no como a ese “agente político” con pretendida licencia para asesinar. Una política traicionada por el PSOE de Zapatero y Rubalcaba desde el primer minuto, y posteriormente abortada –atentados del 11-M mediante, cabe reiterar- y sustituida por el “proceso de paz”.

MEJOR HACER COMO SI NO

No es ningún secreto que el Pueblo español es en su mayoría gente ignorante de estos hechos y de la consecuente degradación del sistema, básicamente porque carece de la más elemental educación política, pero también por la inmensa pereza que le produce la mera noción de “asuntos públicos” o “cuestiones de Estado”. Pero una democracia sin demócratas es un imposible, a lo sumo un mausoleo de leyes y reglamentos que no se han de cumplir jamás.

Y qué duda cabe, porque tampoco es que sea un secreto, que una democracia en la que no existe -no se da, no se permite apenas- la libertad política no es una democracia, sino una dictadura más o menos encubierta. Claro que además podría ser peor con un caudillo del Socialismo rampante y saqueador al frente del Gobierno, o sea: justo lo que tenemos ahora. (Mejor quedarse muy quietos, entonces, y con la mascarilla puesta por si sirviera de algo.)

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Un Estado que no protege a sus ciudadanos

…aunque éstos meramente tuvieran condición de súbditos, dado que desde Hobbes al menos tiene como función principal y excluyente de otros poderes evitar que se maten entre sí, no puede a la larga ser viable, o no como una Administración moderna que alcanza con su potestad todos los rincones de un territorio.

Tendremos así estados fallidos como muchos lo son efectivamente en África, o alguno peculiar como el de la India, o el del mismo Brasil, no tanto incapaces como impotentes para extender su dominio por todo el territorio que les compete: por las enormes distancias, las insalvables dificultades de la orografía y el clima, el imposible control demográfico…

Dificultades a las que también se enfrentan China o Rusia, pero que resuelven mal que bien con los dispositivos de control y represión que les son inherentes a regímenes como los de Jinping o Putin. Ahora bien, pese a su propaganda, la libertad organiza mejor a los seres humanos que el permanente medio del ordeno y mando y el oscurantismo oficial en los fines.

El Estado de España se ve minado fundamentalmente por los partidos políticos, con sus secretos consensos extraparlamentarios desde hace décadas que no logran ocultar, porque nada mejor pueden aducir, que el “espíritu de concordia” de que se habla tanto con relación a la Transición sólo fue la antesala del apaño, del saqueo y de la corrupción general de las instituciones.

Mal que bien, como recordaban el ex presidente González y el editor de Prisa Cebrián para evitar el único pacto de Estado que ha tenido sentido después del 78, “con el PNV íbamos tirando” de apaño en apaño, con la ETA de por medio, porque se podía hacer todavía mucho dinero en “Euskadi”, como en Cataluña, como en Andalucía… como todavía en Venezuela.  

Pero veinte años después, habiendo sufrido a Zapatero, Rajoy y Sánchez, con el “proceso de paz” devolviéndole parte de la hegemonía política y social a la organización criminal del movimiento abertzale, y con el PNV de guardián de la viña, con los separatistas catalanes yendo de la quiebra de la Generalidad al golpe separatista buscando el enfrentamiento civil sangriento…

Que el presidente con menos escaños y apoyos de toda la historia de la democracia española, incluidos los de la Restauración, se atreva a todo lo que se atreve contra -¡directamente contra!- los intereses, las normas fundamentales, los principios constitucionales del Estado, y no sea desde el mismo Estado que se le deponga, dice mucho acerca de este presunto “régimen democrático y social de derecho”.

Pues no es que el Estado español sea incapaz de restablecer el orden y la ley en todo el territorio, haciendo entrar en vereda a todos y cada uno de los representantes y cargos públicos, políticos y funcionarios; es que resulta que el Estado ha sido parasitado y corrompido del 78 a acá por los principales partidos políticos nacionales y regionales.

Unos partidos que se han enquistado en el funcionamiento ordinario de la Administración, desde la cual han extendido sus tentáculos hacia la gran empresa, los medios de comunicación, el mundo de la cultura y la universidad, etc. Y luego andamos a vueltas con la reforma o no de la Constitución, cuando ésta no se cumple en lo más básico porque los partidos no quieren.

Entre el 8 y el 11 de marzo

…se decantan los hechos de imprevisibles consecuencias, posiblemente más a largo que a corto plazo, que las pasadas elecciones catalanas del 14 de febrero no han hecho más que poner sobre el tablero: Cs es un partido zombi, que a derecha y/o a izquierda busca apoyo y orientación para su existencia; la estrategia de dominio de Sánchez (Producciones Redondo) no cuenta más que con un PP jibarizado y un Vox cada vez más fuerte; Casado no se entera de nada.

Pero Isabel Díaz Ayuso, único personaje relevante que le queda al PP con permiso del alcalde Almeida a nivel nacional -Feijóo, a fuerza de galle(gue)ar, a veces parece nomás un Revilla-, ha debido ver muy claro que la jugada ensayada en Murcia (con incierto resultado, ojo) apuntaba más bien a su jaque mate, con el beneplácito de Arrimadas y Casados -pues no en vano ambas “primeras figuras” de Cs y PP respectivamente se ven de continuo rebajados por la presencia emergente o la emergencia en presente continuo que representa la presidente de Madrid-.

Ahora que “El Guapo” Dr.Sánchez no tiene cosa mejor que hacer hasta pasada la Semana Santa, su Goebbels de Donosti le ha de preparar juegos circenses y fuegos de artificio en la suficiente cuantía como para conducir al personal surfeando la “cuarta ola” de la Covid19 desde hoy hasta lo más profundo de julio -total, las Cortes seguirán sin actividad permanente-, cuando sus señorías, entre bostezos, marcharán a sus vacaciones pagadas con la vista puesta en septiembre.

Entonces comenzará la precampaña, con los despojos de Podemos y de Cs y del propio PP acudiendo a la cita electoral sin programa, ni actitud ni posición respecto a nada ni a nadie -Gobierno o Pueblo, electorado o Poder, España o  “la demanda social”-, frente a un Sánchez crecido ante la adversidad, como acostumbra, y empujado por la mejora de casi todos los indicadores -porque peor que ahora no los puede tener-, de manera casi idéntica que Abascal y Vox (aunque por motivos diametralmente opuestos).

Nuevas perspectivas de cambio, que sin duda serán bien recibidas por el común porque esclarecerán en buena medida el oscuro panorama político actual -con esa multitud de siglas minoritarias que no acaban de encontrar acomodo o sentido en la dimensión nacional-; pero que arrojarán probablemente una incertidumbre mayor de aquí a medio plazo, al menos en el interior de un PP ya abiertamente dividido entre la consolidación de un poder regional mínimo o la apuesta por un proyecto nacional.

PSOE y Vox, a su manera, tienen una “idea de España”, cosa de la que el Podemos de Pablo Iglesias o el Cs de Rivera, primero, y Arrimadas, después, han carecido siempre: ahí están los resultados de Cataluña. Pero en el PP, como acostumbran, siguen sin enterarse -menos Isabel Díaz Ayuso, claro; por descontado-.

Una estrategia para la Derecha (III). Las cuestiones básicas

…que deben constituir la alternativa al Frente de la Izquierda (PSOE-Podemos) apoyado por los separatistas pueden ser reducidas a dos: el fortalecimiento de las instituciones y la reforma del sistema educativo. Entiéndase que no son asuntos para tratar en una serie de eslóganes electorales, sino para trabajar en el día a día en aras de preservar y desarrollar los que son ambos fundamentos de la prosperidad y bienestar de las sociedades en el siglo XXI.

FORTALECIMIENTO DE LAS INSTITUCIONES

PP, Vox y Cs han incluido en sus programas numerosas propuestas para despolitizar la Administración de Justicia y la elección del CGPJ, y no fue poco grave que el partido de Casado se viera salpicado por uno de los últimos tejemanejes con el PSOE a la hora de repartirse los togados en el órgano de gobierno de los jueces. Por el bien de todos los ciudadanos, los tres partidos deben insistir en la vuelta al sistema originario preconizado por la Constitución de 1978.

Más relevante si cabe es la superación del actual “Gobierno parlamentario”, por escasamente representativo y porque genera taras como el “mandato imperativo” o “cierre de filas” de los diputados con su jefe de partido, sea este presidente del Gobierno o “jefe de la Oposición”, degradando la política parlamentaria a un mero intercambio de ataques entre facciones.

Separar el Legislativo del Ejecutivo es requisito básico para consolidar un sistema representativo y erradicar tanto la corrupción partidista como la dependencia del Gobierno de grupos minoritarios. Para ello es preciso reformar la Ley Electoral, y aún antes la misma Constitución. Por supuesto, ello implicaría que la suma de PP, Vox y Cs superara los tres quintos del Congreso, pero es que si no alcanzan dicha mayoría en el medio plazo la democracia podría degenerar en caudillismo.

La alternativa al Frente de la Izquierda debe ser de fondo, con una estrategia a largo, que no se limite a la reducción parcial del daño provocado por el populismo, sino que lo extirpe de todas y cada una de las instituciones: de la judicatura a los partidos, de los medios de comunicación a los sindicatos, de las universidades a los ayuntamientos. Prestigiar las instituciones frente a quienes las atacan pasa tanto por respetar su independencia como por mejorar la cualificación de sus miembros.

REFORMA DEL SISTEMA EDUCATIVO

En el mismo sentido, PP, Vox y Cs deben presentar un proyecto compartido de reforma integral de la Enseñanza, que tenga como base la instrucción pública universal y como meta la excelencia, que reconozca el mérito pero también el esfuerzo, que prepare mentalmente a los alumnos para decidir su carrera en la universidad, en la formación profesional o en otro tipo de estudios demandados por el mercado.

No siempre la Universidad procura trabajo; pero una vez cumplidos los 18 años todo joven debiera estudiar o trabajar, o ambas cosas a la vez, para paliar el declive de la población activa que se acentúa cada año en una sociedad envejecida como la española, mientras aumenta al par el número de jubilados dependientes de la Seguridad Social.

Elevar el grado de exigencia en la Escuela, en el acceso a la Universidad, en el mismo acceso a la Función Pública para docentes (y no sólo para ellos), junto con la superación de las doctrinas pedagógicas que han convertido los centros educativos (también superiores) en guarderías de adolescentes crónicos (incluidos los profesores) es el gran reto del sistema educativo español, cuestión en la que parecen coincidir PP, Vox y Cs.

Terminar con la endogamia en la Universidad y prestigiar y extender la Formación Profesional redundará en beneficios tangibles para la sociedad, las empresas y el Estado: potenciará la investigación, la cualificación y la innovación; reducirá el despilfarro y la corrupción en las facultades, fomentará la competencia entre centros y acabará por disminuir considerablemente el paro (sobre todo el que se ha cronificado en ciertos sectores de edad).

POR UNA ALTERNATIVA MODERNA A LA DECRÉPITA ESPAÑA DEL SOCIALISMO

No se trata de enumerar ante la opinión pública un discurso lleno de buenas intenciones, sino de apostar por el que saben (PP, Vox y Cs) único modelo de éxito para una sociedad del siglo XXI: el que se basa en la libertad y en la igualdad de oportunidades (acceso universal a la Educación y a la FP), en el esfuerzo y en la exigencia tanto como en la selección de los mejores, así como en el requisito del mérito para la promoción del funcionariado y en el reconocimiento de la función social de las empresas.

Básicamente, se trata de defender todo aquello que odian los representantes actuales de la Izquierda en España (PSOE y Podemos), que sólo pueden aspirar a controlar todos los mecanismos sociales e institucionales para tratar de imponer a todos la hegemonía de una ideología atávica que desconfía de la libertad personal, que execra el mérito tanto como el lucro legítimo y que se muestra incapaz de gobernar la complejidad de una sociedad que les viene tremendamente grande.

Con el fortalecimiento de las instituciones y la reforma del sistema educativo vendrán los cambios en ámbitos como el económico, pero también de mentalidad de los ciudadanos: España se ha convertido en escenario de una permanente protesta airada, de una queja continua e irritante, de una inmadura insubordinación contra los elementos básicos del capitalismo y de la misma democracia. Por ello PP, Vox y Cs deben abandonar todo populismo para dotar de autoridad a su discurso.

Cambiará así además, paulatinamente, la visión de los españoles hacia la Nación y el papel internacional que debe interpretar España, lo que demanda de una política exterior digna de tal nombre, coherente y sostenida en el tiempo por parte de PP, Vox y Cs, que enfrente su modelo al “bolivariano” actual de PSOE y Podemos, entre Cuba e Irán con parada en Gaza y visita a Moscú.

TERCERA CONCLUSIÓN

En vez de entretenerse subrayando los matices que diferencian sus propuestas, PP, Vox y Cs debieran cerrar filas en torno a las cuestiones básicas, incluso con la firma de pactos -a la manera de «pactos de Estado» pero no con un Gobierno anticonstitucional, sino entre las fuerzas que defienden la Nación y la democracia-.

Así lograrían ofrecer una verdadera imagen de unidad ante la base electoral de la Derecha sin renunciar de primeras a las siglas, y al par sentarían las bases para la futura unidad de acción (electoral o postelectoral) que aquélla les demanda para enfrentar al Gobierno del Frente de la Izquierda como una alternativa sólida y creíble -algo que puede comenzar a hacerse a partir de los acuerdos alcanzados ya en las autonomías que gobierna el Centro-Derecha-.

Ello implica de partida resaltar la absoluta coincidencia de fines de los tres partidos en materias como las citadas del fortalecimiento de las instituciones (incluida la política exterior de España) y de la reforma educativa, o lo que es igual: rebajar las expectativas y pretensiones propias con el fin de evitar los roces y desavenencias entre los tres partidos «amigos», a quienes de todas las formas va a tratar de dividir el Frente de la Izquierda como prácticamente la única estrategia viable para aferrarse al Poder.

[CONTINUARÉ]